Ya no solo la pelota
El dominicano común, el del callejón, el de la esquina, el mismo que vive en barrio, el loco viejo que se puso a tener hijos sin ton ni son, el de la pancita cervecera, ¡si ese mismo! suele juntarse a compartir con sus congéneres en el colmado más cercano comentarios sobre las incidencias de un juego de pelota o basquetbol, ect. Eso al parecer ha cambiado, es decir no dejamos de ver el juego sino que ahora también compartimos en el mismo colmado las incidencias del Casandra, a esto súmele un gran apagón que azoto a sectores tan populosos como Cristo Rey. ¿Por qué se reúne la gente a ver el Casandra? Bueno el dominicano tiene el mal de la quijada floja: le gusta bochinchear, sabrá dios si en gran medida el rating de dicha premiación obedece a que todos estamos pendientes de si a fulana o mengano el traje le quedo de lo más bien ―en dicho caso estamos alimentando nuestro sentido del lambonismo― o si hay una mega diva que está usando un vestido horrible.
La soga en casa del ahorcado
Fue de gran agrado para mi ver a quien considero como la mejor presentadora de televisión de este país: Mariasela Álvarez, lo digo públicamente y no me disculpo con Milagros Germán, Tania Baez y las demás, pero bien que les ha ido pues ella solo estaba de visita, si, Mariasela ha sido la mejor conductora de tv que ha tenido este país. Raymond Pozo y Miguel Céspedes montaron un buen show, nunca han sido de mi agrado pero no puedo ser mezquino: hicieron muy buen trabajo, se están superando los muchachos. El Casandra ha venido a concitar tanta atención pues República Dominicana necesitaba un show verdaderamente nacional, un espectáculo en el cual se premie lo mejor del talento local, ahora bien para quienes se quejan de ciertos premios que resultan arbitrarios, recordemos que la corrupción en Acroarte quizás se detenga solo en la puerta del presidente de la misma… ¿o no? No era aventurarse en modo alguno apostar a que Aventura sería ―como de hecho fue― el gran ganador de la noche.
Sus luces y sombras
Las críticas son comunes al terminar el evento, pues somos más propensos a destruir con nuestra boca lo que somos incapaces de realizar con las manos. Yo mismo venia criticando año tras año la escenografía, su look y el uso desmesurado de colores, sin embargo este año no puedo decir lo mismo ya que en honor a la verdad vimos un escenario con un equilibrio de colores y una distribución de espacios que psicológicamente transmitió al espectador una percepción de grandeza que el show a su vez quería producir en ellos. Creo que la gran nota sombría y lúgubre de los premios fue el gran apagón que azoto la capital impidiendo que miles de personas disfrutaran del evento. ¿Qué tendrá Celso Marranzini en contra del Casandra?
Realmente me dap ema q por falta de luz no puse apreciar lo unico q premia nuestra cultura;musica,television,radio……..
R ealmente me da pena q por falta de luz no pude apreciar lo unico q premia nuestra cultura;musica,television,radio……