Un robo en la guagua

Entre la multitud de personas paradas en el pasillo de una estrecha guagua pública, una persona maquinaba como quitarle el celular a una joven. Al pedir parada este empezó a caminar entre las personas y al llegar a donde la victima —la cual estaba parada en la puerta— este fingió estar atorado y durar un poco más de tiempo pegado a ella. La joven se dio cuenta inmediatamente pero no dijo nada, cuando tuvo la oportunidad se busco en el bolsillo y el celular no estaba, pero cuando lo dijo ya era tarde, el delincuente estaba lejos y la guagua había cruzado unas dos esquinas. En estos tiempos debemos andar con ojos hasta en la espalda, es lamentable decirlo pero no es bueno confiar en todo el mundo cualquiera puede ser quien te apuñale por la espalda.