Mientras esperábamos que al chofer le diera la gana de moverse después de tener unos 45 en la Duarte con París, un pasajero grito entre el calor y la incomodidad «Chofer ¿vamo’ amanecer aquí?» Mientras pasaban los minutos y el sudor resbalaba como agua sobre el rostro el señor seguía gritando y diciendo que nos bajáramos todos de la guagua, esa última palabra hizo que un grupo se desmontara y se fuera sin pagar, el chofer —el cual creíamos que era mudo— se desmontó de la guagua se acercó a la ventanilla donde estaba el señor quien gritaba como loco, sacó un cuchillo y le dijo «Si tu no quiere que yo te mate aquí mismo sigue hablando y que se me baje otro pasajero pa’ que tu veas» Todos en la guagua intentaron calmar al agresivo chofer quien tenía el filoso objeto colocado en la cara del señor.
No tenemos derecho
Después del alboroto hubo un poco de silencio hasta que la guagua se movió y todo mejoró. En este país el pasajero tiene que aguantar todas las injusticias de los transportes públicos sólo porque ellos nos dan un servicio —que es muy malo por cierto— sin nosotros ellos no podrían trabajar creo que nos merecemos algo mejor. Sé que el señor estaba hablando de más pero esa no es la forma para resolver un problema. Cada día hay más injusticias y muchos preferimos quedarnos sin hacer nada.