Un premio nobel de economía para el pueblo dominicano

DineroFoto: A pesar de poseer una renta per capita no muy rentable a decir, el dominicano se las ingenia para tener un promedio de vida relativamente cercano al de los países más ricos del mundo. ¿Cómo explicar esta aparente contradicción económica?

La economía Dominicana

Si alguna vez un afamado economista al estilo de Paul Krugman se dignase a estudiar la microeconomía dominicana y como a su vez la gran mayoría del pueblo se las ingenia para subsistir en medio de tan poca holgura, me temo que sin dudas terminaría por cedernos su nobel galardón. De nosotros se podrán decir ciertas cosas en el exterior e incluso sospecho que los políticos que tanto hablan y hablan al pueblo también dicen sus cositas del resto del país pero queda algo muy cierto a decir: llevamos en nuestro fuero interno algo que nos hace ingeniárnosla antes una realidad económica tan precaria, cada dominicano tiene su economía virtual y su economía real. Entre prestamistas, créditos, fiaos y mala pagas, se mueve la economía local. Un secreto a voces aun no estudiado, fenómeno del patio como el jefe que luego de pagar a su empleado le pide dinero prestado.

Muchos ganan menos del sueldo mínimo

Un dominicano cualquiera gana unos 8,000 pesos, tiene un hijo y paga casa, ah y su esposa si tiene ingenian para criar al niño. Ni que hablar de familias cuyos ingresos están por debajo del total ya señalado. Miremos en nuestro entorno, escuchemos un poco de la historia de la gente de clase media baja hacia abajo y tendremos como reacción incredulidad y curiosidad pues la verdad es que no nos llega a la cabeza como un país ha logrado mantenerse en medio de tanta estrechez y precariedad. Hay casos más precarios aún pues el individuo o víctima de esta situación tiene por ahí a su querida a la cual hay poner bonita de vez en cuando para sacarla a su vueltecita.

Date una vuelta por Estocolmo

La clave parece estar una vez en nuestra dominicanidad, es como un software que nos dice como ir operando en situaciones delicadas, no podemos dejar de ser dominicanos pues como individuos entonces estaríamos perdidos. Cierto es que en los barrios los fines de semana la opulencia del derroche rompe ojos pero esta realidad lejos de indignar me vuelve a dirigir al planteamiento original ¿De dónde salen a fin de cuentas los recursos para mantener tantas y tantas vidas? Definitivamente, hoy es un buen día para felicitar a todo aquel dominicano que recibiendo al mes un salario de 10,000 pesos o menos ha logrado ingeniárselas para seguir adelante su vida incluyendo sus fines de semana en el colmadón y su salida de vez en cuando a una cabaña por ahí, felicidades viejo, de veras que tú también mereces un premio nobel de economía.

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