El hecho de que un dominicano, sin importar de que lado de la huelga se encuentre, perdiera un brazo el día de ayer mientras fabricaba una bomba casera, me parece altamente simbólico: significa que los organizadores cobraron primero. Pueden ahorrarse las gomas, la falta de transporte público y los tiros que se esperaban para hoy, pueden irse a sus casas a descansar, ya tienen un brazo menos y dos quemados qué celebrar, su gesta rindió sus frutos más temprano de lo previsto.
Por otro lado, ese brazo perdido al explotar a destiempo una bomba —que se fabricaba quizás con la intención de lanzarla sobre un autobús lleno de dominicanos trabajadores, como en la huelga pasada—, representa al país, que pierde su capacidad productiva solo para que unos cuantos se sientan complacidos y reciban su pago con las dos manos abiertas.
Probaron su propia medicina, es justo que la intención maliciosa de estos delincuentes haya sido cobrada de esta forma.
Muy bueno tu post
Saludos @Carolin, gusto en verte. No me antevería a juzgar estar personas, pues creo que son tan victimas como todos los dominicanos que fuimos afectados de una u otra manera por este paro. En mi opinión, los patrocinadores de la violencia utilizan la necesidad de nuestra gente para alcanzar sus propósitos.