Foto: Me llamó mucho la atención ver a este niño sentado mientras los vehículos estaban detenidos, me preguntaba ¿por qué no se para a limpiar los cristales de los autos? Y ahí fue cuando me di cuenta, tenía un audífono en su oído, el pequeño al parecer disfrutaba de su música y no le importo que los vehículos estuviesen detenidos. Con su mirada al frente pero al mismo tiempo perdida, este limpiador de cristales se pasó la luz roja sentado escuchando su música y perdido en su mundo. Me gusto mucho verlo con esa cara de satisfacción y no con la clásica cara de tristeza que vemos a través de las ventanas de nuestros automóviles.
2 comentarios
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Seguro estaba perdido intentando escapar su cruda realidad.
Me da mucha pena Edna como estos niños pasan tanto trabajo en las calles. Por eso me alegré de ver a este tan tranquilo y con la mente fuera de su realidad.