Una vez más, he aquí una muestra de por qué no vamos para ningún lado. ¿Cómo es posible que el Gobierno invierta millones de pesos en la remodelación de la biblioteca y otras áreas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y que desaparezcan las cosas?
Estoy segura de que los paneles solares no desaparecieron por arte de magia, alguien tuvo que haber cargado con ellos, y siendo eso algo tan grande, lo más probable es que haya algún testigo o, peor, confabulación con el personal de seguridad. Quienes se robaron los paneles, 32 en total en menos de un mes, son unos desaprensivos de marca mayor.
Casos como el de estos paneles solares, que fueron donados por Francia, desincentivan la ayuda de otros países hacia la RD. O sea, ¿para qué hacer donaciones si al fin y al cabo se van a perder? Nadie quiere perder su tiempo ni su dinero de esa manera.
Esta historia de la UASD ni es nueva ni es exclusiva de ese sitio. Tampoco se limita a donaciones extranjeras: el dominicano promedio tiene el mal hábito de no cuidar de su entorno: así vemos cómo el Gobierno de turno invierte millones en la reparación de una escuela o lo que sea, y ya al par de meses está otra vez como una ruina. No vayamos más lejos. El estado deplorable de las calles, con paredes embadurnadas y llenas de basura, con todo y área verde, habla muy mal de nuestro comportamiento cívico.
En fin, no hay país que eche para alante cuando autoridades y ciudadanos se encargan de destruirlo todo.
Una vez entre a la uasd para cortar camino ya que habia una calle cerrada para los tiempos de la construcción del Metro, recuerdo iba en una camioneta del trabajo y llevabamos un Ploter detras que ibamos a llevar a reparar, tanto para entrar como para salir nos chequearón y el seguridad nos informo en ambas puertas que tenian camaras de vigilancia y que tenian que revisar a todos los que entraran al reciento y mas si llevaban equipos. Entonces, como desaparacen esos paneles solares? Se lo llevaron en helicopteros? que revisen las camaras de vigilancias que dicen tener, eso de lejo huele a complicidad y robo interno…