Me monte en una guagua y me toco sentarme bien cerquita del cobrador, íbamos hablando de cómo le va en su trabajo y él me dice «me gusta mi trabajo, yo conozco to’ las rutas de aquí de la capital, toy’ en esto desde los catorce años, y he tao’ en 6 rutas diferentes, aquí hay pocos cobradores como yo». Con cara de cobrador no muy experimentado ―pero según él uno de los mejores―me mira, se ríe y me dice «yo sé de esto». Los cobradores son las personas más odiadas de todas las guaguas y que mas boches se ganan, todavía no sé por qué le pelean a él cuando la guagua va lenta si quien maneja es el chofer. Le pregunté que si económicamente el trabajito es bueno y me dice «mira en media vuelta ―desde Invivienda a la UASD ― me salen unos 600 pesos más o menos» me dice que dan 3 vueltas completas diariamente la verdad creo que son mas. «En un día bueno me embolsillo fácilmente 1,000 en media vuelta, imaginate en el día completo» el trabajo es incomodo pero al perecer te deja buenos frutos «y e’ malo»
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Yo a un cobrador no le hecho la culpa cuando la guagua va lenta, lo que si me molesta es que si se van a equivocar con el dinero siempre se equivocan a su favor, hasta ahora no me ha tocado ninguno qu se equivoque para mi beneficio y el día que eso pase le devolveré su dinero con una sonrisa en la cara.
La verdad me ha pasado mucho que me devuelven de más, en días pasados uno me dio 100 pesos que no tenía que darme… pero me di cuenta cuando llegue al trabajo