En nuestro país tenemos miles de cosas por las cuales nos sentimos orgullosos, de personas, artistas reconocidos, grandes peloteros, lugares asombrosos, maravillas antiguas… pero tantas cosas espectaculares la mayoría de las veces son puestas detrás de una cortina negra ocultándose y dando paso a la televisión dominicana. Un espacio muchas veces sin pudor, sin respeto hacia el televidente, lleno de errores y chistes que terminan en nada —sobre todo—. No diré que todos los espacios son iguales, algunos son de calidad y de mucho aporte hacia la población, mientras que otros sólo dejan un trauma al que por casualidad cambiaba de canal y encontró a un presentador tocando las partes de un travesti mientras buscaba algo interesante que ver.