La mano caliente ¿¡Estás listo!?

 guagua pública Algo que ya nadie juega pero del que muchos aún se acuerdan al verse la palma de su mano, la Mano Caliente era de esos tipos de juegos que sólo jugaban los más valientes —por lo menos en algunas partes— consistía en tener una persona de espalda con sus manos colocadas detrás de él bien abiertas, la cual tendría que aguantar un golpe de cualquiera de los jugadores, este se volteaba tenía que adivinar quien le golpeó. Este golpe podía ser con la palma de la mano o con el puño, habían reglas que te permitían dar una patada, con un botella, piedras o cualquier objeto con el cual podrían darle un buen «toma que lleva» en la palma de la mano del que se quedaba en el momento.

Elije al que primero que se queda [Importante]

Hay formas diferentes de como elegirlo, 1ra: Se hace un «Tin marín de don pingüé, cucara macara, títere fue» 2: Alguien toma una piedra pequeña y la esconde en una de sus dos manos, los participantes tienen que turnarse eligiendo entre las dos manos el que la encuentre se queda, de lo contrario si nadie encuentra la piedra el que la escondió debe aguantar los chuchazos de primero. 3: Se arma un pleito antes de empezar por ver quien será el primero hasta que el más «palomo» del grupo decide por su propia cuenta colocarse a recibir las primeras palmaditas.

Así se jugaba

¡Tiempo para dar el golpe! Con las manos sudadas se le coloca de espalda a un grupo de jugadores locos por empezar a dar manotazos. Siempre había uno que no quería quedarse pero que siempre daba y decía cualquier mentira con tal de no pasar al frente. Este juego mayormente era la diversión del recreo, al terminar las manos quedaban rojas y coloradas. Ahora que lo pienso uno era como medio masoquista o algo así, pero la mejor parte era cuando podías darle a aquel que en turno pasado te descalabró la mano de un manotazo.