La calle es una jungla

Observé esta mañana como los vehículos parados por la luz roja del semáforo, se colocan como si fueran una clase de costumbre animal. Son acciones que las hacen sin darse cuenta. Cuando el semáforo o el Amet hacen que se detenga una fila de vehículos, los camiones la mayoría de las veces se quedan en el fondo ya que son tan grandes que no puedes rebasar, las guaguas toman su lugar en frente de los camiones, le siguen los carros que no pierden tiempo para estar bloqueando el camino, y un poco más allá de la línea blanca los motores la mayor molestia de la calle.

En comparación con los animales

  • Motores: Son como las pirañas, no esperan que la presa esté en el agua cuando ya todos están sobre ella. Pequeños e insoportables pero siempre andan en grupos imposible que no te puedan ver.
  • Carros: Son muy parecidos a los viralatas, muchas veces innecesarios, abundan en las calles, destartalados, pelados y siempre le falta un lado —Si lo comparas con el viralata de nuestro país verás no hay mucha diferencia—.
  • Guaguas: Son un estilo de León el rey de la selva, imposible pelear contra ellas, no hay manera de controlarlas, siempre entran por donde ellas quieran —aun cuando no deben— y no hay leyes que respeten ya que ellas mismas la ponen.
  • Camión: No hay mejor comparación que el elefante, grande, fuerte, áspero e imposible de que algunos de los antes mencionados pueda enfrentarse contra este. Su gran tamaño lo hace lento, pero debido a eso es más temeroso.
    • Un güagüero el día pasado iba haciendo lo mejor que ellos saben hacer, manejar mal y crear desorden en la calle. De un momento a otro salió un camión de una esquina el güagüero con respeto y miedo lo dejó pasar y dijo «A ese es el único que yo le tengo miedo en la calle».