Pude darme una vuelta por los blogs del rotativo español La Vanguardia. De coincidencias, hay muchas. Y me encuentro con este artículo de la periodista Laura Crespo, quien habla de nuestros ritmos musicales, en especial de la Bachata, género que ha tenido una rápida popularidad entre los extranjeros en distintas partes del mundo. Y la comunicadora lo reafirma: «…en definitiva, una verdadera carta de presentación de la comunidad dominicana en todo el mundo”.
Y esa frase tiene todo el mérito de ser así. Grupos como Aventura y artistas como El Torito, han sido ejemplo de que la Bachata ha dejado de ser una música de amargue sólo para las masas, traspasando fronteras impensables: videos como éste en YouTube dan demostración de que muchos extranjeros están en la búsqueda de saber más de este exótico género.
Pero muchos se preguntarán qué será del Merengue ante este auge sorpresivo de la música de amargue. Y en las últimas semanas las críticas e iniciativas sobre «rescatar el merengue» han sido amplias. Ante los cambios sociales y a lo que las masas en general responden, es muy difícil incidir. La Bachata se nos ha contagiado a todos, en todas las esquinas, en todas las clases sociales. Y el merengue, como cualquier otro género se encuentra en una etapa evolutiva, contrario de lo que se comenta, de que está estancado. En este caso, considero que no estamos dejando atrás el güiro y la tambora, que también es emblema nuestro.
El merengue no ha bajado, lo que pasa es que la bachata subio de una forma inesperada para los merengueros. Ahora, para lograr que el merengue sobreviva como tu dices «tiene que evolucionar« , talves fusionar y subir la calidad, tanto en letras (composición), calidad de los interpretes, como en la musicalización.