Guardamos todo en potes de mantequilla

Envases en la nevera Mucho antes de los envases de plástico especializados, mucho antes de esos recipientes conservadores de alimentos ya los dominicanos habíamos con nuestro gran ingenio adaptado una serie de potes y envases para guardar nuestras sobras, sazones, comidas y cualquier cosa que se guarde en una nevera. Realmente desconozco si otras culturas hacen lo mismo que nosotros, pero una nevera dominicana no es dominicana si no tiene un envase de Dorina con una habichuela de ayer o un poco de locrio del sábado. Nos encanta guardar en las neveras. Y lo hacemos con chulería y estilo, reciclamos, le damos una segunda vida a las cosas y en la nevera es donde más se reflejan. Muchas veces queriendo preparar un sándwich buscando margarina o la mayonesa abrimos sus envases y oh sorpresa de la vida nos encontramos con una berenjena que se hizo la semana pasada, o unos guandules con coco del lunes.

Esos maravillosos potes

Es común ver este tipo de situaciones dentro de un refrigerador aplatanado, al abrir uno vemos decenas de Potes y envolturas de diferentes productos conservando lo que sea, esperando ser recalentado en la estufa o ya en estos tiempos en el microwave. Particularmente en mi casa se le rinde tributo a la comida guardada, se aprovechan todos los potes habidos y por haber, el de las aceitunas para las cebollas, mi abuela usaba los galones de aceite color amarillo para el agua. Nuestras pintorescas neveras reflejan lo economizadores o recicladores que podemos ser con todo, nos encanta guardar, tanto que a veces el refrigerador parece más un museo de alimentos disecados que un lugar para conservar la frescura. Aunque esta cultura no solo se limita a la nevera, hemos adaptado botellas de doble litros para jugos, potes de compotas para el aceite, latas azules de galletas danesas para guardar hilos y agujas para coser y muchas veces me bañé con una latica de salsa de tomate.

Una nevera mas organizada

Lógicamente el adecuar otros productos a envases que fueron creados para otros fines provoca algunas equivocaciones. Recuerdo que una vez creyendo en la consistencia de la mantequilla destape sin cuidado el envase y lo que tenía en realidad eran unas lentejas, el reguero en el piso no se hizo esperar. Muchas veces tomé agua en un galón de aceite de motor para carro, hasta ahí llegaron las exageraciones de mi abuela, imagínate sirviéndote agua desde un pote negro marca Kendall, por lo menos sabíamos el nivel de liquido que tenia gracias a una línea medidora que trae el mencionado pote. Sin lugar a dudas son muchos los casos y oportunidades curiosas que hemos realizado con innumerables objetos precisamente es eso mismo lo que nos ha hecho ser tan auténticos reflejando lo sencillos y prácticos que somos hasta para guardar o conservar cosas. Mientras termino de escribir este artículo recuerdo que mi mamá guardó en un pote de Manicera un chín de arroz de ayer, nada más lo caliento en el micro y con la habichuela roja que también está en un pote de aceituna ya tengo mi comida de hoy, ¡fantástico verdad!

4 comentarios

  1. Jajajajaja, Y lo mas lindo es que aveces se compran las cosas mas por el tarro que por el contenido, como he visto ha mami varias veces diciendo: Hay que jevi ta ese pote, pa la azucar y cojiendolo aunque no tenga necesidad de mantequilla o de lo que contenga. Jajajaja…Dominicanos!!! Yo veo que en otros paises votando los potes por mas jevis que sean, aqui, al abrir el gabinete, abajo hay una coleccion de potes y envases que aveces hasta hace mucho que ya no los fabrican!!!

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