Enfermedades e higiene

En la imagen: Muchas calles de Santo Domingo con la acumulación de desperdicios son foco para las enfermedades. ©José Méndez

En estos días lluviosos y calurosos ha aumentado la incidencia de enfermedades como dengue y leptospirosis, que hacen competencia con la Gripe A/H1N1 por atención. Por si fuera poco, las emergencias de hospitales públicos han dado cuenta de que se han llenado en los últimos días de niños afectados por males gastrointestinales.

A nivel de salud, el panorama pinta feo, sin embargo, en cada uno de estos casos se trata de enfermedades prevenibles, unas más que otras. Se sabe que el dengue es una enfermedad endémica, propia de climas como el nuestro, y que es transmitida por la picada de un mosquito. Por igual se sabe que los criaderos de mosquitos son las aguas posadas, y sin embargo año tras año la población falla en eliminar esos puntos.

Con la leptospirosis pasa algo similar. El hacinamiento, la acumulación de desechos en patios y techos de casas, la pobre recogida de basura y la acumulación de aguas por el mal estado de las calles y un pobre sistema de drenaje pluvial son factores que inciden en la presencia de ratones, uno de los agentes transmisores de la peligrosa enfermedad.

¿Y que hay de lo gastrointestinal? La misma cosa: el dominicano no hace caso a consejos a la hora de comprar comida en la calle, muchas veces preparada sin la menor limpieza, a merced de aguas posadas, moscas, perros realengos y el humo de los carros que pasan por ahí. En esas condiciones se venden jugos, dulces, pastelitos, empanadas, sandwiches y maíz hervido. Lo mejor del caso es que hay una actitud de burla hacia aquel que rehúsa consumir tales comidas, tildándose de «fino» a quien expone los peligros de esa ingesta.  

La higiene lo es todo, pero parece que el dominicano, a todos los niveles, incluyendo el oficial, no lo ha entendido así.