En la cocina de la guagua

Es el asiento más largo de la guagua, también el más caliente, incómodo, difícil de llegar y complicado para salir. Un viaje sentado en el fondo de la guagua es una tortura, no se con exactitud porque se le llama «La Cocina» al último asiento, pero me imagino que es porque ahí se cocinan todos los chimes y es la zona más caliente. Cuando los pasajeros que abordan una guagua van en grupos, es normal que un «coro» de cinco tomen la cocina y hablen de todos los temas que le salgan de la boca —En uno de estos coros me enteré del lío de Venya y Los Dueños del Circo aquella vez— Es un peligroso lugar que muchas veces es ocupado por «malos coros» que a distancia atacan y critican al chofer y a su cobrador con palabras como «Chofer mueve e’ta guagua, e’ que tu no ve que te ‘tan pasando las otras. No sea loco viejo» y «Cobrador, devuélveme mi dinero ¿Te me va a liquidá’?» Podríamos decir que es la zona apache de una guagua pública.