El plan barrio seguro fomenta más delincuencia

Barrio seguro El país vive un auge de la delincuencia alarmante hasta el punto de que el sistema nervioso del dominicano anda hoy más chivo que nunca. Una vez se dijo que era un asunto meramente mediático, puro sensacionalismo, pero ante tal declaración llora el clamor de los familiares de quienes violentamente cedieron su vida a cambio de un celular. La delincuencia en general sigue su vuelo generando cada vez más recelo entre quienes habitan este terrón del Caribe. Hoy, andar moca en la calle se ha convertido lamentablemente en parte activa de nuestra dominicanidad. ¿Pero que han hecho nuestras autoridades para contrarrestar dicho mal? ¿Y si se ha hecho algo, han sido efectivas esas medidas? Todos ustedes conocen del programa Barrio Seguro desde el gobierno se cree que ha sido exitoso cuando en realidad el mismo es todo un caldo de cultivo para la delincuencia, expliquemos pues como funciona esto.

Lecciones de publicidad para Franklin

Quienes han estudiado publicidad saben que todo mensaje, toda imagen guarda un contra significado capaz de operar en la mente de quien recibe dicho mensaje. Cuando las autoridades mostraron a través de los noticiarios y la prensa el gran despliegue de panoplia policial y militar a utilizar en los Barrios Seguros, lejos de escarmentar y ahuyentar a los delincuentes todo lo que hicieron fue enconarlos y darles más valor, pues mientras más se exhibía más se les decía: miren todo lo que tenemos que emplear para acabar con ustedes. Ese mismo mensaje era decodificado por el resto de la población, incrementando así el temor colectivo pues se entendía que eran necesarias 1000 motocicletas y hasta tanques de guerra para combatir a un asaltante. Mientras más recursos mostraba la policía más engrandecía a sus adversarios, pero este mal manejo mediático fue tan solo el primer error, Seguimos.

No llegues tarde a casa

Al prohibirle a la población que circule después de las 1 de la madrugada ―medida que hoy día ya no está vigente por fortuna― no se hizo más que enviar un claro mensaje de debilidad al enemigo es algo así como: ya que no puedo enfrentarte, no tengo más remedio que obligar a quienes debo proteger a que se queden en sus casas. Las autoridades están para protegernos pero ese tipo de medidas más que protección fue coerción. Y solo puede provenir de quien se encuentra en desventaja para enfrentar un mal, lo peor fue que se opto por arremeterse contra nuestra libertad a circular, tal fue el precio a pagar por la incompetencia estatal. Desde luego esta acción fue interpretada correctamente como debilidad, una vez más el crimen se encono y armó de más valor. Se siguieron poniendo los huevos y lo peor llego, asaltos a pleno día. Una vez más Barrio Seguro sería el gran culpable.

La apariencia no es nada, la sangre lo es todo

A pleno día, pues la presencia en exceso de patrullas obligó a los asaltantes a probar suerte en horas diurnas, horario en los que la vigilancia no era tan fuerte. También se dio una desafortunada movilidad social por parte de los delincuentes hacia sectores tradicionalmente tranquilos, fue entonces cuando los hijos de familias de clase media se convirtieron en nuevas víctimas, la delincuencia seguiría operando de día en los barrios populares y en las noches haría metástasis hacia sectores desprotegidos. Estas son tan solo 4 consecuencias nefastas de cómo el tan cacareado plan Barrio seguro terminó por proliferar lo que pretendía eliminar. La impresión que nos queda es clara: al gobierno no le interesaba resolver este problema, sino más bien dar la apariencia de que se está resolviendo, no obstante la sangre sobre el asfalto de la desprevenida víctima de turno ponía en evidencia el fiasco más su consecuente fracaso.

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