Cuando no teníamos doble línea

«¡Alo! Verónica como estas, es Gabriel, te llamo para decirte que me gustas y te veo todos los días en el recreo, también quiero decirte que… ah perate que me está sonando la otra línea», «¡Hola! Estefani como estas, que bueno que me llamas mira quiero decirte que me gustas y me encantaría…» ―Hace un tiempo no podíamos hacer esto―, simplemente no teníamos doble línea. Sin dudas nuestro país es uno de los más vanguardistas en el mercado de las telecomunicaciones, no hay que leer muchos periódicos para darnos cuenta de que en este ámbito somos tan desarrollados como cualquier gran país del mundo. Pero esta evolución, estos avances, y toda esta gran plataforma que hoy exaltamos con orgullo pertenece a una etapa relativamente joven, prácticamente hace una década, no gozábamos ni con un 40% por ciento del desarrollo que tenemos hoy.

Se rompió el monopolio

Después que el mercado dominado por décadas por Codetel, nuevas empresas como Tricom, más tarde Orange, Cenntenial, ahora convertida en Viva dinamizaron enormemente todo lo que éramos hasta convertirlo en un todopoderoso hoy. ¿Qué tiene que ver un simple detalle como la doble línea con toda esta revolución telefónica que ha tenido República Dominicana en menos de 15 años? ¡Fácil!, la doble línea fue el avance que comenzó todo, la que inició la larga cadena de novedades y mejoras en los servicios de telecomunicaciones de nuestro país. En la década de los noventa se estandarizó el aparato telefónico de dígitos, es decir, le dijimos un adiós hasta siempre a aquel disco giratorio y ese ring tan insoportable y analógico del aparato anterior. Automáticamente cambiamos de rodar nuestros dedos para llamar a alguien, a simplemente marcar con libertad los botones. Éramos casi felices. Ya no teníamos el armatrote ese tan grande y desfasado como teléfono principal, cambiamos al nuevo ring digital en lo que decíamos «Aló» Solo manteníamos un problemita, algo arcaico también, si alguien nos llamaba mientras sosteníamos una conversación telefónica con otra persona, simplemente la segunda llamada no entraba, y le notificaba a esa última persona que el teléfono de esa casa estaba ocupado.

Dos personas a la vez

«Alou, men te taba llamando para que vinieras a ver a la vecina que pasó por mi casa pero tu teléfono taba ocupao» Casos como este se Vivian a diario, teníamos una sola línea, una sola oportunidad de hablar con alguien, muchos quizás no nos imaginábamos lo que ya se acercaba, nos habíamos adaptado tanto a este estilo que al igual que las leyes de física, donde dos cuerpos no pueden ocupar el mismo espacio de seguro en el teléfono posiblemente casi asegurábamos que en los teléfonos se cumplía también cabalidad dicha ley. Cuando no había doble línea, solo bastaba para que un travieso niño dejara el auricular del teléfono descolgado, la casa no recibía ninguna llamada, para colmo no existía el sonido de alerta que entra de inmediato suceden estos casos ahora en nuestros tiempos. Las llamadas entonces eran mucho más limitadas ya que si tu papa esperaba por alguien importante, simplemente decía que nadie se atreviera a usar teléfono en un horario determinado ―me pasó muchas veces― Al no haber doble línea, muchas llamadas importantes se perdían por ser rebotadas por el sistema el cual le informaba al interesado: Tono ocupado.

Un antes y un después, del teléfono

Ya se imaginaran o recordaran el impacto que causó cuando ya las residencias podían atender a dos llamadas en el mismo aparato ¡al mismo tiempo! Simplemente muchos no lo querían creer. Fui uno de los escépticos, quería entender como era eso de que ahora con apenas darle a un botón tenia a Jorge y a Roberto en una conversación, aunque no era una conferencia para nosotros en aquella época fue como si lo fuera. La doble línea nos amplió el rango de llamadas entrantes a nuestras casas, dándonos más oportunidades de estar comunicados, cada vez que escuchábamos un tono durante nuestra conversación quería decir que del otro lado alguien deseaba también comunicarse con nosotros. ¿Como todo, esta novedad se convirtió en la sensación del momento? y la pregunta que te hacían en el colegio era «ya tú tienes doble línea» Lo que hoy es algo básico e inevitable, por allá casi a mediados de los 90s se convirtió en una moda y en toda una revolución. Como dijimos anteriormente este nuevo servicio fue solo el principio de muchos otros que fueron apareciendo después del boom de la doble línea. Hoy ya es algo normal y estándar en nuestro hogar un celular, los servicios que nos roban la atención ahora son más complejos y tecnológicos. La doble línea marcó un antes y un después en las telecomunicaciones y promovió aun más el uso del teléfono como medio hasta de información. Recordamos ese evento ya que de alguna manera muchos recordamos el cambio y los otros que quedan que no recuerdan haberlo vivido necesitan conocer lo importante que fue para nuestra generación, el que podíamos hablar con dos personas casi al mismo tiempo, resolviendo dos problemas a la vez, desde el mismo teléfono.