Con los buenos días de la radio inicia el día del dominicano, las calles se llenan de personas esperando algún transporte que lo lleve hasta su destino, dos muchachas en tubi caminan hacia su trabajo, los jóvenes en las puertas de las escuelas esperando suene la campana para iniciar sus estudios, la señora de las arepas, el don de la fritura y el que vende las empanadas alistan sus carritos para conseguir el sustento diario. Por otra parte se ve un chofer peleando con otro y un AMET intentando hacer su trabajo, los viralatas ya andan rebuscando en la basura amontanadas de cada esquina de Santo Domingo y los únicos que aún duermen son los vagabundos que no saben si pararse a buscar su comida o morir durmiendo del hambre. Así amanece Santo Domingo, su rutina diaria y la de muchos dominicanos también.
