Aunque sea blanquito, pelo rubio, ojos azules y cualquier otra cualidad no muy común del dominicano, desde que hable y empiece a expresarse te darás cuenta que nació en esta isla. Los gestos, las expresiones hasta los movimientos con las manos indicarán que es dominicano. Somos reconocidos por todos, no le caemos bien a muchos pero no creo que eso dañe nuestra raza, el dominicano es dominicano donde quiera que llegue nunca cambiará su forma de ser lo aplatana’o lo lleva por dentro. Una persona con un sazón en la piel, música en la sangre y un corazón más grande que cualquier otro, así es el dominicano.