» La muerte, aquel estado de inercia amarilla que entierra a los vivos, también escoge su danza, su ritmo, su baile, cuando se nos presenta, mueve toda su herramienta, y finalmente, destilando ironía, sonríe tímida y misteriosamente»
Así describe el doctor Erasmo Vásquez, ex-secretario de salud pública la meningococemia. Misma enfermedad que tras llevarse 4 reclusos de Najayo, tiene a la población carcelaria en ascuas.
Mientras los médicos del Hospital donde fueron atendidos los reclusos, afirman que dos de ellos murieron definitivamente por la infección generalizada, causada por el meningococo, el alcaide de la cárcel de Najayo, niega tener conocimiento de que la bacteria sea la causante de alguna de las muertes.
La meningococemia no es una enfermedad de juego, en caso de ser fulminante puede matar en muy poco tiempo, el tratamiento inmediato es necesario. Y por ser una enfermedad que se transmite por vía respiratoria, el hacinamiento, común en centros penitenciarios, es un factor agravante para el contagio. Los contactos necesitan tratamiento de prevención, por lo que el negar el asunto sólo va a empeorar las posibilidades de más enfermos.
Yo sueño con un sistema penitenciario donde los reclusos no vayan a aprender nuevas formas de delinquir, donde se les trate como gente y donde se les muestre otro camino, basado en la disciplina y la utilidad social por medio del trabajo. Pero los sueños, sueños son.
Actualización:dice el Secretario de Salud, que no hay meningococemia en Najayo.
Ese es un sueño general.