Me contó el taxista

Taxi Esta mañana al salir de la casa hacia el trabajo, llamé a la compañía de taxi y pedí una unidad. Después de varios minutos llegó el carro con un chofer algo simpático, mientras íbamos de camino el operador le dijo que se «Tomara una hora» el me explicó que eso significa que durará una hora sin trabajar, eso sucede cuando cometen alguna falta como no recoger algún pasajero, pedir que se le asigne un servicio teniendo un pasajero abordado entre otras cosas. Mientras me llevaba hablamos sobre eso y me dice que a veces una hora fuera, es un descanso para el taxista «Pero malo es cuando te dan 3, ahí si e’ duro. El otro día un operador llegó a 26 horas, sumando todas las horas que puso en el día incluyéndome las 3 que me puso a mí.»

Combustible: El cuco de los taxistas

«Hay veces que un servicio que salga por 150 pesos —tarifa mínima— sale mejor que uno que cruce la ciudad y pague el triple» Me dice que algunos servicios no valen la pena ya que los tapones, los semáforos o cualquier otra cosa hacen que tus ganancias se vayan en combustible. Cuando entramos al tema de la gasolina no lo vi muy contento, la rebaja que se le hizo no es de mucha ayuda, tal vez para el transporte público pero en las compañías de taxi seguimos en las mismas me dijo.

A esperar otro servicio

Tuvimos que llegar a un colmado a cambiar el dinero ya que no tenia menudo para devolverme, le pregunté que iba hacer mientras estaba de este lado, me contesto: «Por la zona universitaria hay mucho servicio, además cuando te deje vuelvo pa’l colmado a prepararme un pan con este aguacate que llevo aquí y después me pongo abajo e’ una mata a cogé’ fresco mientras espero» Me desmonté del carro y el taxista Moises se fue a desayunar y a seguir con su rutina diaria, espero que en lo que escribía este artículo ya esté él rodando con lo que será su comida para el medio día.