Masita con MabíSiempre me he encontrado algo gracioso que en este día uno se levanta tempranito en la mañana para hacer la cena. Las madres antes de que el reloj marque las nueve de la mañana está en la cocina haciendo los preparativos para una cena inolvidable. Ya este día no celebra como antes, me acuerdo que cuando pequeño los vecinos compartían y mandaban comida de casa en casa, todos probábamos diferentes sazones y no sólo el sazón de mi madre, esa era la verdadera navidad, ahora lo que se escucha es el bajo de una bachata que suena en el colmadón del frente y el sonido de los fuegos artificiales haciendo explosión en el cielos.

Una tradición familiar

En nuestra familia —dígase abuelos, tíos, primos etc— todos aportamos con la comida, cada casa debe preparar un plato y así ir sumando a los otros. Mi madre es experta preparando Lasañas y pastelón de plátano maduro, y el día en que mi familia no lleve esos platos a la cena seguro que tendremos problemas con todos —empezando por el primo Luís que no puede vivir sin la Lasaña—. Así es que lo hacemos, disfrutamos cada momento en comunión y paz familiar, para mi un 24 con la familia es algo muy especial el cual no cambio por nada en el mundo.

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