En un discurso a la nación que fue transmitido por diferentes canales de televisión en el transcurso del día de hoy, Eduardo Estrella —luego de perder la candidatura por el partido reformita— anunció su salida del mismo. Posiblemente encabece la boleta de una coalición de partidos minoritarios, pero por ahora solo anunció el lanzamiento de una nueva propuesta sin banderías políticas: «Dominicanos por el cambio». Me pareció algo ambivalente su decisión, pues si lo que busca es seguir haciendo vida política y encabezar mañana la propuesta de los minoritarios, este paso intermedio, tipo movimiento cívico no partidista, lo veo innecesario.
Esto tiene dos lecturas: por un lado, el PRSC definitivamente no será una opción electoral, sino solo un oportunista en el proceso. Y por el otro, el país se sigue quedando sin opciones viables hasta el 2012, situación que siempre favorece al gobernante de turno, por aquello de que antes dos opciones no deseadas, es mejor quedarse con la más conocida. El hecho de que no existan alternativas es peligroso, pues los dominicanos nos hemos acostumbrado a consolarnos en la esperanza del cambio (alternabilidad), y esta esperanza ha sido un muro de contención social, sin ella, no sabemos lo que nos pueda venir. Recuerden la inestabilidad que causaba tener a un Balaguer en el poder y no poder imaginar a mediano plazo una alternativa. Pienso que poco a poco nos acercamos a un escenario donde los dominicanos maduraremos como país hasta llegar a votar por propuestas e ideas, y no por colores o partidos, pero ahora mismo esto parece más un deseo que una posibilidad.