El Derecho probablemente sea una de las profesiones más controversiales si se toma en cuenta la cantidad de veces que se falla en hacer justicia de verdad. Para poner un ejemplo, cuando un ciudadano decide entablar demanda contra una multinacional, las probabilidades de que la compañía se salga con la suya son muy altas. Como en diversas instancias de la vida, en la búsqueda de justicia se da un juego de ajedrez donde los poderosos, ya sea a base de papeletas, engaños o ardides, salen por lo general victoriosos, sin importar lo evidente de su culpabilidad. Muchas veces no valen la opinión pública ni el sentido común: si en un juicio el abogado de la parte acusada es hábil, lo más probable es que todo el proceso sea una pérdida de tiempo.
Esto que estoy describiendo aquí se da en todas partes del mundo, no solo en República Dominicana, como solía pensarse. Hay gran cantidad de libros, películas y documentales basados en hechos reales donde se hace notorio que los intereses monetarios y la influencia de ciertos grupos impide que la justicia siga su curso. Todo esto viene a raíz de una noticia que leí en la edición de este miércoles del periódico Hoy, donde los abogados que representan a los acusados en el Caso Paya piden la anulación de los registros telefónicos por carecer estos de sello y firma. Si bien se trata de una formalidad que debió cumplirse, no deja de ser absurdo que el Ministerio Público tenga que deshacerse de una de sus principales pruebas por un simple tecnicismo. Y así pasa a cada momento: un tecnicismo a menudo se convierte en la llave de salida de delincuentes, asaltantes y asesinos, quienes aprovechan su libertad para seguir cometiendo fechorías.
Rocío Díaz (Colaboradora de Duarte101)Licenciada en Administración de Empresas, además de ser una apasionada por la tecnología. Colabora en el periódico El Nacional y aparte de sus artículos para Duarte101, también contribuye en blogs como Acción Comunitaria y Blog Tecnológico Dominicano.
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Bueno, no creo que el derecho sea la carrera más conflictiva, sino que como en muchos casos se trata de delincuencia, esto afecta a un número mayor de personas, pero igual sucede cuando un ingeniero construye un edificio o casa y a cualquiera de los trabajadores se le olvida colocar la cantidad correcta de cemento o block en el lugar adecuado, esto conlleva a una falla que en un momento X saldrá a la luz, pero esto sólo afecta a una cantidad de personas mínima, igual sucede con el impresor, a la hora de imprimir un libro, si hubo una negligencia, el libro contendrá una falla, lo cual representará una pérdida para éste, y asi sucesivamente.
Lo que pasa con el derecho y más en nuestro país,es que los miembros del ministerio público son seleccionados por los políticos de turno, y no se toman en cuenta en la gran mayoría por su capacidad o experticia, sino por sus «méritos políticos» y como no son muy duchos en la materia, incurren en errores que en la mayoría de los casos tienden a favorecer a los acusados, pues estos si buscan buenos abogados, que escudriñan lo más minimo, y que tienen conocimiento sobre la materia, ahí más bien radica el problema del Derecho o la Justicia.
El «simple» tecnicismo tiene su razón de ser.
Sea de la telefónica, sea del Ministerio Público, la firma y sello faltante tienden a asegurar la emisión de la certificación por parte de una persona autorizada para ello dentro de la empresa o del Ministerio Público, y por tanto, asegurar la fiabilidad de la certificación.
En ese caso, no fallan los abogados -ni siquiera les llamaría «hábiles»-. Ni falla el juez, de acoger la solicitud. Quien falla es el Ministerio Público, y muy sospechosamente. Y es eso lo absurdo, un Ministerio Público tan ineficiente como para permitir ese… ¿desliz? Lo controversial, ni son los abogados ni son los jueces ni es la ley. Lo controversial es que se pretenda introducir, o incluso aceptar, pruebas que han sido obtenidas quién sabe cómo por falta de una firma y un sello.
¿O mejor como dices, que acepten todo lo que traigan, y los requisitos, la ley, olvídense de eso y hagamos… justicia? Pero eso tampoco lo es. Es cierto, el dinero pesa en el sistema judicial. Pero veamos bien, antes de la paranoia, en cuáles bolsillos.
Los errores en el sistema judicial: detalles del Caso Paya http://bit.ly/6YAHE2 ^JG
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