Ya no usamos pañuelos

Mario era un buen amigo de la infancia, un joven al cual sus padres le habían inculcado mucha educación y buenos modales, no con esto digo que yo era lo contrario, pero en realidad digamos que él recibió con mucha disciplina aquellos códigos que un caballero siempre debía poseer y defender. Mario usaba pañuelo siempre, para él, andar con ese doblado y cuadrado pedazo de tela era más que un símbolo, toda una cultura que aparte de demostrar un cierto nivel de conocimiento del protocolo y la etiqueta, también lo mantenía por razones vitales, como el sacudirse la nariz el secarse la cara. Lógicamente mi amigo me inculcó la importancia de que un joven tuviera siempre su pañuelo a la mano, desde ahí comencé a valorar estas piezas, que antes odiaba como regalos junto a las medias y otras cosas que consideraba de poco interés.

Porque se ve pariguayo

Hoy el que usa un pañuelo es calificado por muchos como un verdadero paraguayo ―para eso están los baños y las servilletas y los papeles― dirán algunos, otros entienden que utilizar esa pieza es ser como sus atrasados padres o peor aun sus ancianos abuelos. Además el pañuelo ya hoy en día se ha perdido de la misma manera que la caballerosidad y muchos modales. Antes, la cultura de llevar pañuelo en los caballeros era tan venerada y sostenida que ellos cargaban con dos, uno colocado en el bolsillo de la camisa o el saco ―considerado como el personal― y el otro en un bolsillo posterior del pantalón. El segundo pañuelo era para ofrecerlo a alguna dama que necesitase de secarse la frente o alguna tos, esta iniciativa de más está decir era clave para iniciar algún tipo de acercamiento con alguna mujer acabada de conocer, el ofrecimiento de este pañuelo era visto por ella como un noble gesto de atención y solidaridad, en muchos casos tenía su recompensa, quizás más atención departe de ella.

No es una moda, toda una necesidad

Hoy los muchachos se secan hasta con el mismo tshirt si es necesario, estornudan ―algunos― tapándose la boca con la mano (antihigiénico) y si bailan con alguna chica, es posible que ella se derrita en la pista antes de llegar a su mesa. Las nuevas generaciones han desechado el buen uso del pañuelo para no verse viejos o pasaos de moda, conociendo bastante lo mucho que lo necesitan. Hoy nuestros calores, imprevistos y cotidianidades nos piden a gritos que aunque sea tengamos un pañito personal que nos seque o nos sirva de receptor de alguna tos repentina. Es muy práctico utilizar pañuelo en todo momento, nunca se sabe cuando se necesitará, además nos provee de mayor confianza y nos prepara para cualquier situación. El pañuelo nos da ese soporte higiénico que necesitamos y al mismo tiempo nos distingue ante los demás, otorgándonos delicadeza ante las féminas y mucha seguridad ante los hombres. Son necesarios e importantes, por eso no debemos solo usarlos en eventos especiales, siempre debe de haber uno a la mano, muchas cosas se resuelven con esa práctica servilleta de tela. El pañuelo no es una moda, es un articulo inevitable para nosotros los hombres, y definitivamente un gran aliado contra el fuerte clima tropical que nos azota, por eso no nos vamos a ver pariguayos o quedaos si por lo menos andamos con uno en el bolsillo, haz la diferencia, usa el tuyo, veras que aparte de sacarte de apuros, también te puede ayudar a impresionar a mucha gente.