En la imágen: Tanto nacionales criollos como haitianos convergen en las esquinas para vender dulces, películas pirateadas o realizar cualquier forma de empleo informal.La proliferación de vendedores ambulantes de todo tipo es una imagen más que común en las principales avenidas y calles de las ciudades de la República. En Santo Domingo el efecto aumenta a niveles sorpendentes: vendedores de tarjetas de llamadas, de frutas, de enseres… entre otros personajes que convergen los semáforos, buscándose el pan y que son parte de la llamada economía informal. Es notable —aunque un estudio cuantitativo podría darnos un resultado más certero— de que en los úlitmos meses más personas están ocupando las calles y haciendo este tipo de cosas.
En la imágen: Vendedores ambultantes en las intersecciones de la Av. Máximo Gómez y John F. Kennedy.