Recientemente la OMS publicó las causas más comunes de mortalidad (lo que mata a la gente) y morbilidad (lo que las enferma) en el mundo, y la depresión figura entre las causas principales de discapacidad a nivel mundial. Afecta a unos 120 millones de personas en todo el mundo y se prevé una tendencia al aumento. Muchos de los afectados por trastornos depresivos nunca acuden a centros de salud en busca de tratamiento y asistencia sanitaria.
La depresión puede manifestarse de diversas formas, y se ha comprobado que en culturas latinas, como la nuestra, además de los cambios en el estado de ánimo, es común experimentar dolores de cabeza, estomago y espalda que no mejoran a pesar del tratamiento. Además puede presentarse con demasiado sueno o insomnio, con falta de apetito, exceso de irritabilidad (un pique por cualquier cosa), dificultad para la concentración y fallas en la memoria.
En nuestro país se piensa que ir a un psiquiatra es para aquellos que están locos, por lo que puede ser más fácil acudir a psicólogos, consejeros, pastores o médicos de confianza, lo más importante es reconocer que algo anda mal y buscar ayuda, tanto en nuestro circulo de confianza, como asistencia médica especializada.