Las palabras del obispo auxiliar de Santiago, expresadas en un tedéum en honor al Patricio el sábado pasado pueda que se sientan como balde de agua fría para los funcionarios actuales del gabinete lidereado por el actual PLD y el presidente Fernández. Pero es un recordatorio, más que justo, poner esas palabras en práctica, no sólo en momentos donde nos encontramos en plena campaña electoral, sino para todo aquel que busca llegar al poder y engordar sus bolsillos a costillas de los ciudadanos. ¿Vale la pena rogar por ética a nuestros funcionarios? Nada es imposible.
Por cierto, esa vocación, la de «servir al pueblo» ¿No es actualmente parte del eslógan de un partido que ahora está en el poder?