Se perdió la generosidad

Generosidad Si quieres saber si ya la perdimos, si ya se nos fue, solo móntate en una Omsa cualquiera y míralo por ti mismo. Cada día notamos como embarazadas, ancianas y mujeres se quedan de pie ante la mirada desinteresada de los demás que están sentados. Tampoco abrimos las puertas, mucho menos ayudamos a bajar a alguien de algún carro alto, y definitivamente no cedemos el paso en los semáforos. La caballerosidad es un detalle que debería estar en todos, digamos que el concepto inició en los hombres, pero hoy en día todos, incluyendo a las mujeres de alguna manera debemos poner nuestro granito de arena para realizar este gesto tan necesario. Hoy somos más individualistas que antes, solo pensamos en nuestros problemas, en nuestras circunstancias y necesidades. No querremos saber que alguien de la nada venga y porque tenga alguna situación de desventaja merezca el asiento en que nos encontramos.

¿Caballerosidad, una obligación?

Así piensa alguien que prefiere quedarse sentado en vez de ceder su asiento, una situación que hasta es tema de conflicto en muchas de nuestras guaguas. Una vez presencie como un joven sentado, no quiso cederle su asiento a una señora con enormes fundas de supermercado. Tuvo que recibir la presión de todos los presentes para que se que lo llevo a engancharse en su tubo, y eso que él se quejo diciendo que tenía el mismo derecho que todos a quedarse en su silla, ya que también la había pagado. ¿Estamos entonces justificando la vagancia? ¿El no querer hacer nada? O peor aun ¿ya hemos matado todo tipo de iniciativas de respeto y comprensión hacia los demás solo por auto complacernos? Es difícil pensarlo pero la realidad nos golpea duramente. Alguien me dijo una vez, que esto de la caballerosidad solo beneficiaba a la mujer, y que muchas de ellas se aprovechaban de esta situación, para estar primero en las filas y lograr pasar de primero en muchos lugares. Hablemos claro, la caballerosidad debe verse como un componente necesario de nuestra educación, no como una obligación, hay gente que piensa que por vivir sumergidos en una cultura machista, el hombre debe ponérsela más fácil a la mujer, debido a que es supuestamente el sexo más débil.

Por un gesto más balanceado

Lo que es cierto, es que es que a veces parece más un intercambio de conveniencias que una iniciativa desinteresada. Algunos supuestos caballeros, solo hacen su buena acción del día, si notan que les conviene la situación, o si la mujer les parece atractiva. Y muchas mujeres, conociendo que muchos hombres a través de su belleza y simpatía pueden darle el mundo y el universo, aprovechan la situación y logran objetivos calculados. Por eso es necesario igualar más las cosas, ya que vivimos en un mundo cada vez mas balanceado entre los géneros. Quizás ya no deberíamos denominar Caballerosidad a ese conjunto de acciones de respeto y agrado a los demás, es posible que para nuestro fin, el nombre se le cambie a algo más neutral, así todos nos sentiremos comprometidos a hacerlo. Ser caballero, es entender que una anciana o anciano necesita descansar más que un joven o una joven, o que una mujer embarazada necesita sentarse o recibir de primero algún tipo de servicio. Lo cierto es que nuestra actitud diaria nos convierte cada día más en seres insensibles y fríos que solo esperan que los demás hagan algo por nosotros, sin contemplar lo que podemos nosotros hacer por ellos.

Hagamos el cambio

Ojala y no sea tarde para hacer el cambio, y ojala y entendamos que esto no solo nos pertenece a los hombres, también a las mujeres. Debemos entender que la situación involucra más sentido común, no un motivo interpuesto culturalmente. Del lado masculino, confirmo que ya muchas intenciones se abortan antes de nacer, simplemente porque en muchos casos no existe un real interés de demostrarle afecto a alguien, al menos que queramos de ese alguien algo más. Ojala y entonces las chicas, tampoco esperen en muchos casos que el hombre está en la obligación de proveerles su comodidad, una percepción que se acuña bastante al sistema machista que tanto condenan y critican. Aunque hoy sufrimos cuando vemos situaciones penosas de falta de atención por parte de todos, ya después de conocer que ante muchas circunstancias si somos iguales, entonces llegara el momento en que las cosas fluirán naturalmente y será en ese momento en que nos daremos cuenta realmente que lo que nos gusta es ver que existió algo que nació de nosotros mismos, y no algo, que hicimos por la presión de todos.

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