En agosto pasado fue noticia en Duarte101 el hecho de que estuvieran recogiendo los chimis del malecón de Santo Domingo. A los que se atrevían a salir les retenían el carrito, con todo y mercancía y les ponían una multa de 1,500 pesos. Pues ayer pasé nuevamente por el malecón y conté más de 15 chimis trabajando a capacidad, con todo y sillas plásticas distribuidas en la acera y las longanizas colgando.
Realmente me dio gusto verles, pues ellos ya son parte del malecón, iconos de ese entorno; pero me molesta sobremanera la forma esquizofrénica en que se ejecutan las políticas públicas en nuestra ciudad: hace cuatro meses aplican mano dura para eliminarlos y hoy se quedan de manos cruzadas. A veces pienso que nuestros políticos adolecen de algún trastorno bipolar: pasan de un estado de ánimo a otro con tan solo pestañear.
Estas son cosas de un gobierno en busca de reelección. Parece que no cambiamos, de verdad.
Aqui no se respetan las leyes precisamente por eso, porque solo son validas por temporadas, luego de ahi a quien le importa.
[…] el estado de ánimo) en la política pública. El síndico, Roberto Salcedo, dejó descansar a los chimis del malecón ―por unos meses― y ahora la emprende contra los vendedores ambulantes, quitándoles caballos, […]