Reciclemos para salvar nuestros hijos

En la imagen: El vertedero de Duquesa es un ejemplo de cómo la basura puede llegar a niveles incontrolables. ©Clave Digital

¿Alguna vez has leído que un producto está empaquetado en un envase plástico o cartón reciclado?. ¿Te has preguntado como reciclaron ese empaque o de dónde salió el material para reciclar? Desafortunadamente la mayoría de los dominicanos no nos hacemos esas preguntas y en cambio solo nos preocupamos que el producto sea bueno o barato. El problema viene después, cuando el producto se termina y debemos deshacernos del envase.

¿Sabias tú que el vaso de foam que tiraste al suelo mientras esperabas al transporte público le toma aproximádamente 20 años a la naturaleza para deshacerlo? ¿Te atreverías a sopesar la cantidad de vasos de foam que has tirado despreocupadamente al suelo en otras oportunidades?. Luego de conocer ese dato, ¿te preocuparía volver a tirar otro vaso al suelo?, naturalmente no sabria tu respuesta pero la mia es sí.

Uno de los más graves problemas para que nuestro planeta se esté ahogando, dando paso a lo que se conoce como «calentamiento global«, es la falta de aprovechamiento de los recursos. De hecho, la mayoría de los paises latinos no legislan a favor de leyes que permitan —u obliguen— a sus ciudadanos a reciclar sus desechos.

En paises como Japón y Suiza existen empresas procesadoras de desechos manejadas por los cabildos de las ciudades o por oficinas privadas que se encargan de reciclar la basura y todo comienza a partir de sus ciudadanos.

En esas demarcaciones cada familia tienen en sus hogares hasta cinco tipo de empaques en los que dividen los desechos: Plásticos —vasos de foam y envases desechables, envases de refrescos, etc.—, metálicos —envases de salsas—, papel —cartones de empaques, papel de escribir, envases de jugos, etc.—, cristales —envases de bebidas, envases de jugos y salsas, etc.— y desechos orgánicos —restos de alimentos—.

Cuando los camiones de basura pasan por los barrios estos ya encuentran divididos los desechos en dispensadores especiales, solo los llevan a las fábricas y estas se encargan del resto. Incluso, los desechos orgánicos son procesados para la fabricación de metano, un gas que se puede utilizar para cocinar.

Que hermoso sería que el nuestro fuera uno de esos paises que reciclan sus desechos. Se entenderá que las ciudades no se verian en la situación de tener que pensar qué hacer con un vertedero como Duquesa, que de cuando en cuando sufre de incendios graves que atentan contra la salud de los «buzos» y los que viven en los alrededores, sin mencionar el criadero de alimañas portadoras de enfermedades.

Si existieran ese tipo de empresas de reciclado en nuestro país, los «buzos» formarían parte de la empleomanía y los cabildos no se enliarían con el problema de qué hacer con ellos. Además, perciben beneficios por la venta de los productos procesados, que son convertidos en materia prima para fabricar nuevos envases y aplicaciones. Claro, todo eso si los regidores hicieran el trabajo para los que fueron elegidos y los ciudadanos pensaramos un poco más sobre las condiciones de nuestro medio ambiente y cómo sobreviviran nuestros hijos y los hijos de estos si para entonces aun tenemos Planeta Tierra.

¿Te atreverias a formar parte de los que hacen la diferencia y exigirle al gobierno y a los cabildos que desarrollen planes para la creación de empresas de reciclado? ¿Te atreverías que a partir de este momento iniciarás una campaña personal y no volverás a tirar basura y restos a la calle?. Yo si y es muy fácil hacerlo.