¿Que es el serrucho?

Imagínate que vas a un restaurante junto a tus amig@s ya que uno de ellos cumple años, lo lógico es que el que cumple no deberá pagar la cuenta, pero tampoco uno solo del grupo cargaría con esa carga, ¿qué se hace en esa situación? Un serrucho ¡Sí! Ese gran invento merecedor de un Nóbel de economía por hacer equivaler las intenciones y los aportes de dinero. Quizás sea tan viejo como el cambalache (intercambio de objetos), el serrucho ha estado presente desde umbrales de la humanidad, en esos momentos en que entre varios aportaban de sus valores para pagar o conseguir algún beneficio. El serrucho es esa iniciativa colectiva que con justicia logra hacer un coro más aportativo, en donde todos ponen y los que no son considerados gallos.

Sin Serrucho se caen los canes

El serrucho es también llamado el salvador de los canes y fiestas, ya que siempre está presente en estos eventos siempre y cuando exista la necesidad. Todos hemos aportado, quizás con un clavo de nuestras carteras para comprar el hielo, la bebida o hasta la picadera de alguna celebración. Esta cultura de aportaciones, le viene bien a la dinámica económica barrial, ya que esa recolección siempre provoca que el colmadero haga su agosto, sin Sobeida claro. Lo bueno del serrucho, es que, afirma un interesante espíritu de fraternidad que se comparte con todos. Claro está, si usted solo aportó cien pesos, recuerde que todo le será proporcional, aunque también esto depende de la situación y la intención. Por eso siempre es recomendable poner las cuentas claras y si le avergüenza un poco que lo vean sacando del bolsillo pelado los únicos 50 pesos que lo acompañan, mejor organice el serrucho en un lugar poco visible para todos.

¡Ok to el mundo de a 50!

Realmente nos crea un poco de confusión cómo el concepto de una herramienta ferretera utilizada para cortar madera como el serrucho, se relacione con esta colecta fraternal. Según investigaciones, muchos coinciden en que el serrucho de ferretería corta en partes iguales, y ese es el mismo concepto a la hora de juntar el dinero entre todos. Serruchamos para muchas cosas, generalmente para regalar o celebrar, aunque también para apoyar a alguien en alguna situación difícil. Lo bueno es que al serruchar, ahorramos o nos evitamos el tener que invitar, no es que diga que este sistema nos beneficia a nosotros los tacaños, pero por lo menos es más justo e igualitario. ¡Compartamos! Hagamos un coro mas balanceado, poniendo un poco de cada uno y gozando todo por entero, el serrucho nunca morirá, mientras haya personas con la idea de compartir y hacer justicia y yo le agrego ahorrarse un poco.