Pobreza gastronómica

Me inspiré para este artículo en unos informes que estoy leyendo últimamente como preparación para un proyecto de la Fundación Gastronómica Dominicana. Aclaro de entrada que no soy un experto en estos temas, sino más bien un aprendiz. Ésta es simplemente mi percepción al respecto, léanlo y déjenme su opinión.

En la OficinaEl mayor orgullo de la gastronomía dominicana es el arroz, la habichuela y la carne, plato mejor conocido como la bandera nacional. Esto está muy bien, siempre y cuando no perdamos el enfoque, pues aunque sea este plato el más servido en las mesas criollas, su combinación en sí ―herencia de la España Boba y sus carencias― no basta para convertir nuestro país en un destino gastronómico. Presiento que los dominicanos estamos obnubilados creyendo que nuestro sazón es el mejor del mundo y mientras otros países que tienen menos para ofrecer despuntan como destinos gastronómicos, nosotros seguimos dormidos en nuestros laureles, cosa que no deberíamos permitir siendo el turismo nuestra principal industria.

Poca cultura gastronómica

Algo que me preocupa es la poca cultura en temas gastronómicos que tenemos los dominicanos, debilidad que le atribuyo en parte a cierto prejuicio sobre la cocina que aún se mantiene. El hombre dominicano, a diferencia del sudamericano o el europeo, no es dado a colgarse el delantal y la mujer ve los cucharones y calderos como una imposición sexista. Para muchas dominicanas, poder comer fuera de la casa o tener una empleada que atienda el departamento de humo y grasa es una conquista y para muchos hombres sentarse a la mesa a comer es solamente una actividad mecánica cuyo objetivo, más que deleitar el paladar, es saciar el hambre. Abandonar la cultura por prejuicios sexistas es una soberana necedad.

La gastronomía es una cultura

Así como se fomentan las letras, la buena música y las artes en general, es necesario fomentar la cocina. Ya sea para preparar los alimentos o para degustarlos (ambas actividades pueden ser igualmente placenteras), es necesario cultivar el paladar. Una paradoja es que cuando vamos a un restaurante especializado en pastas o a un asadero ―por ejemplo― nosotros comemos como plato especial aquello que es el arroz con habichuelas de otras naciones, platos que no tienen una complejidad muy alta pero que consumimos solo de vez en cuando y a un alto costo por nuestra ignorancia. La base de las pastas es bien sencilla y se puede preparar en cualquier casa con elementos que producimos localmente, el detalle está en la combinación de sabores que se crea en sus aderezos (especias, hierbas, aceites) y sobre todo, en su presentación. Estoy seguro de que con un poco de formación gastronómica es mucho lo que se mejora la calidad de vida de la gente, pues el paladar es uno de los lugares donde más se siente la pobreza.

Innecesariamente pobres

La República Dominicana tiene todos los elementos necesarios para convertirse en un destino gastronómico, pues nuestra herencia de sabores es muy amplia y diversa. Muchos de nuestros platos típicos son derivaciones de platos tradicionales de otras partes del mundo que nuestros inmigrantes preparaban con elementos criollos. Disponemos de buenos restaurantes en los que se celebra el paladar, pero más que restaurantes, cuyo acceso es limitado, necesitamos fomentar la cultura gastronómica en el pueblo mismo. Sin tan solo pensáramos por un momento la cantidad de sabores, texturas y aromas que están ahí para probarse entenderíamos que somos innecesariamente pobres, que con tan solo un poco de instrucción podemos ser ―por lo menos en este aspecto― inmensamente ricos.

Rafael PérezRafael Pérez (Editor Principal / Fundador de Duarte101)
Administrador de empresas especialista en Inteligencia de Negocios (Gestión + TI). Es conferencista en temas como la gestión de proyectos, liderazgo e iniciativas sociales. Rafael es el Fundador y Editor Principal de Duarte101, Director General de Invermedios (nuestra empresa gestora) y sirve como Pastor en la Comunidad Cristiana PezMundial.
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12 comentarios

  1. me gusta la cocina, pero odio fregar…
    fuera interesante tener algo asi como un laboratorio de sabores, donde se puedan convinar ingredientes en diferentes tipos de cocciones…
    no tiene que ser complicado, al final de cuenta, los platos mas sencillos son los que suelen producir mas placer…

  2. Yo por mi experiencia en el mundo de la gastronomía a nivel mas internacional, no llamaría a la gastronomía dominicana «Pobre», ya que esto pertenece a la cultura de un país, por lo cual usara mas la palabra «Rustica» para definir nuestro bajo desarrollo comparado con grandes cocinas como la Italiana, la Francesa, la China, la Peruana, Etc.

    Sin embargo nuestro pueblo siempre se destacara por tener una gastronomia muy diversa por sus variadas influencias y por nuestro interesante ingenio a la hora de hacer las cosas.

    Siempre he pensado que lo único extraño de nuestra tierra es que para ser una Isla comemos poco Pescado, ya que en sitios donde tienen menos costa que nosotros, comen más peces.

  3. También me gustaría agregar, como parte de una interesante investigacion de algunos conocidos y yo, llegamos a la conclusión que el Plato dominicano para nada debería ser la que llaman la bandera nacional, ya que este plato es comido en lugares como Cuba, P. Rico, Venezuela, Colombia y algún otro lugar.

    El plato 100% dominicano es el Mangu de Plátano verde, posiblemente con salami Induveca (que no es un embutido que se encuentra en ningún lugar del mundo), el plátano hecho puré no lo he visto en ningún ninguna cultura con la que he tenido el gusto de compartir.

    Y si hablamos de Postres, podríamos decir la Habichuela con dulce y/o el Plátano maduro al Caldero, Según mis investigaciones no existe ningún otro lugar que hagan las habichuelas/Judías/alubias en sabor dulce. También he investigado un poco el tema de los plátanos maduros al caldero y por lo menos de la manera en la que lo hacemos nosotros, se que en América continente no lo conocen. Aunque no tengo muy claro si este se como habitualmente en Cuba y P. Rico.

  4. Vladycid, en Cuba hacen los platanos maduros al caldero asi como nosotros. De acuerdo contigo en lo de que el arroz, habichuela y carne no deberia ser el plato nacional sino el mangú, que es el que he visto siempre usan en entrevistas internacionales y es el mas endemico de nuestra isla.

    De acuerdisisimo con lo del poco consumo de pescado también. Creo que es un efecto de politicas de propaganda por parte de los productores de pollo/res…

    Rafael, sabes que yo había pensado algo similar? En lo pobre o rustica que es nuestra gastronomia y como nos obnubilamos mentalmente con el asunto de que «el sazón criollo es el mejor» y que los blancos no saben de sazón…

    Algo que me llama la atención, y que detesto de la comida nacional, es el EXAGERADO uso de los caldos de pollo o «sopitas.» Jesucristo sacramentado, que cosa mas detestable…a TODO le echan sopita y eso crea una homogeneizacion del sabor terrible terrible…

    No es en vano que digan que todo sabe a pollo, pues como no va a saber?

  5. a52: lo mismo me pasa a mí, me gusta la cocina pero odio limpiar los trastes o hasta ayudar a limpiarlos. Mucho menos si es después de haber comido.

  6. vladycid, gracias por tu excelente aportación al tema. Tenía pensando enviarte el artículo, pero tú lo encontraste directamente. 🙂 Saludos!

  7. Rocky: con la sopita pasa lo mismo que con el catchup: son condimentos muy fuertes y se usan más por desconocimiento que por sabor. A menor cultura gastronómica más abuso de esos ingredientes.

  8. No olvidemos el sancocho, inventado por mi tatara-tatara abuelo. Un dia el dueño de los esclavos le dio unos cocotes de pollo, unas patas y unos cuadriles, con pichirri y todo, viveres de esos que se usan para dieta y que no saben a nada, unas costillitas bien flacas, y la vieja esposa le pregunta ¿Y que hago con eto? el le dijo , metelo to junto a ver que sale. Y a partir de ahi tenemos el sancocho que mucha gente lo daña metiendole muchisimas porquerias. El sanchocho de habichuelas con chuleta ahumada es fantastico sin que le metan dumplins y otras porquerias.

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