Parque o prostíbulo

«Quienes más llaman la atención en el parque Duarte son las lesbianas y los gays que se sientan con sus parejas en los bancos del área a tomar bebidas alcohólicas, acariciarse y a compartir con otros de su preferencia sexual, sin cuidado alguno de los espectadores.»

Vecina,
Residente del sector.
(F: Listin Diario)

8 comentarios

  1. Esto es una manifestación de la ignorancia y homofobia que enferman el pueblo dominicano. Le invito a que descontinué su subscripción a el periódico en forma de protesta contra este despliegue de ignorancia anacrónica que demuestra este periódico.

  2. Una pseudo moral religiosa predominante en la isla convierte la homosexualidad y quien la practica en el mismo demonio, el enemigo numero uno de la Sociedad.
    Esto nunca llegaré a entenderlo. Soy etero y no me da ninguna molestia ver dos personas del mismo sexo que se quieren y se desean.
    Nada más y nada menos de lo que puedo querer y desear a una mujer.
    Me diò mucha pena ver los comentarios de los lectores sobre un articulo de Clave donde R. Martín declaraba su homosexualidad.
    El comentario mas moderado fue “depravado”. Los peores ni mencionarlos.
    Cada uno tiene derecho de vivir su sexualidad como siente porque una relación de pareja no va mas allá de ser un asunto privado entre dos personas y en nada afectan la vida ajena.
    Me da mucha mas vergüenza ver tantos niños desnutridos en la calle, políticos ladrones que compran consciencias por un plato de arroz, madres que no pueden comprarle ni leche a su criatura, viejos, un tiempo nobles, obligados a humillarse para un trozo de pan.
    Me asombra ver trabajadores explotados con un salario de sobrevivencia por empresarios abrigados de oro.
    Me da miedo la desigualdad cada día mas marcada entre los que tienen de sobra y los que nunca tendrán nada. Una Sociedad donde la magnitud del Hombre se mide por su dinero
    Me apena que siempre debemos buscar el blanco mas fácil, el mas vulnerable para poder decir a plena voz: Yo soy mejor que el.
    No, el problema no es la homosexualidad. Es nuestra hipocresia.

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