Pararon el transporte, ¿y entonces?

En la imagen: La gente, desesperada, busca la forma de transportarse a como de lugar, buscan cómo montarse en una OMSA

Para todos los que usan las rutas de la San Martín, Kennedy, 27 de Febrero y la Av. Independencia no les es para nada desconocido el paro de transporte realizado ayer, de la mal llamada Federación Nacional de Transporte La Nueva Opción (Fenatrano). Mal llamada porque una federación es una unión o alianza entre varios y en el caso de Fenatrano es una sola y única empresa en la que su líder gana millones en beneficios gracias a la venta de las rutas a los choferes de carro público y guaguas.

Este paro fue a causa de supuestas actitudes arbitrarias de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET), según los medios de prensa. Yo tengo una pregunta al respecto ya que lamentablemente no está claro cual fue la acción de AMET: ¿No es una actitud arbitraria detener dos guaguas en una esquina causando tapón? Otra pregunta capciosa: ¿No es una actitud arbitraria e irresponsable de algunos choferes correr a altas velocidades para que la guagua de la competencia no se les adelante como es frecuente? Otra más: ¿No es una actitud arbitraria hacer esos paros repentinos y especialmente en horas pico, que no dan oportunidad a los usuarios tomar medidas? Esas son actitudes arbitrarias, irresponsables y abusivas. ¿Qué rayos pretenden, que les entreguemos el país para hacer lo que les venga en ganas?

Muy lamentable ya que República Dominicana es de todos los dominicanos, de esos que nos levantamos cada mañana a trabajar honradamente por nuestras familias y nuestro país y no de algunos cuantos que con el cuento bajo la manga de «tener familia», hacen y deshacen a su antojo.

No hace tanto tiempo veiamos en muchas guaguas la frase «los transportistas estamos en quiebra». ¿Cómo un negocio que está en quiebra aún sigue a flote, rompiendo todas las reglas de negocios que dicen que si la empresa está en quiebra lo correcto es venderla o cerrarla?.

El causante de ese paro es el Gobierno. No en pocas ocasiones por otros medios me he quejado del poder de los transportistas, poder entregado por el gobierno gracias a proyectos como RENOVE —¿se olvidaron?—, subsidios de un 50% a los combustibles, acceder a las peticiones y demandas —en muchas ocasiones absurdas— cuando hacen los paros, no tratar de solucionar el transporte a través de más OMSAS y en su lugar vender a los transportistas las que traen —RENOVE, RENOVE—, no hacer peso de la ley a los revoltosos sometiéndolos no por días sino por años por cada piedra o herido en los líos —ojo por ojo, diente por diente—, entre otras muchas razones que solo demuestran que voltean la cara cuando el pueblo les necesita y en cambio solo la muestran en periodos de campaña.

Estoy realmente harto de las actitudes de toda esta gente que solo aprovechan más del poder que les otorga el gobierno y que estos últimos no se hagan de pelotas donde deben tenerlas para someterlos a la justicia. Si se rompen las leyes, se debe dar castigo y esta gente no solo se merecen una simple indemnización, sino cárcel.