Palomas en el parque

Foto: El nido de las palomas son los parques, como en el Parque Colón las palomas son el punto de atención, pero también nosotros somos el punto de atención de ellas, siempre dejan caer su expresiva gratitud específicamente cuando uno está debajo.

Un regalito…

Un día cualquiera has decidido disipar las tensiones del diario vivir invitando a una chica de tu gusto a dar una leve caminata por el conde, una vez allí se la pasan agarraditos de mano llegan hasta el parque colón y buscan el banquito más discreto en aras de pasar el rato más íntimo posible a plena luz de día. Todo parece transcurrir con una afable naturalidad: como si el anillo no pudiese haber encajado mejor en el dedo. Mientras le hablas sientes que un liquido viscoso ha impactado tu hombro haciendo una visible mella en tu garba camisa negra, sientes que un olor levemente fétido contrasta con tu perfume, has pasado a ser uno más de la larga lista de escusados humanos utilizados por las palomas del conde para hacer sus necesidades. No te sientas mal, no eres el primero y menos aún el último.

Muy mal agradecidas

Este país no tiene suerte, la gente anda haciendo y deshaciendo mientras las autoridades se hacen de la vista gorda pues por más gordo que sea el pez del delito no hay forma de ser atrapado con las manos en la masa y lo último a saber es que las palomas andan por ahí ensuciando los espacios de ocio público. Mal agradecidas dirán algunos y es que no son pocas las personas que comparten sus alimentos con ellas para que vengan a pagarnos con tan coprofílica desfachatez. Y es que en un país dónde por más lavados, hasta las palomas andan como chivos sin ley y claro, el dinero seguirá sucio; lo único que se puede esgrimir a favor de ellas es que por lo menos no discriminan pues no importa si eres del gobierno o la oposición, todo cuanto cuenta es estar en el lugar menos indicado a la hora requerida por la paloma en cuestión.

Aparte de todo

¿Cuál es el tipo de inmunidad del que disponen las palomas? ¿Por qué los políticos no dicen nada al respecto? ¿Será a caso que temen que las palomas les echen una maldición tal cual se cree en los campos? Lesiona la autoestima de un pueblo cuando la ciudadanía se siente desprotegida incluso ante las travesuras de un animalito a simple vista tan desprovisto de improperios. Como si no tuviéramos ya suficiente con los apagones, los choferes de carro público, motoristas, intoxicaciones de estudiantes, obreros de la minería y la bocaza de Álvaro. Pero mientras se arregla el asunto las palomas seguirán con la actitud de ¡m……..pa’ ti!