Padres anónimos

En los últimos 7 años he desarrollado, de una u otra manera, trabajos sociales y educativos con niños escolares y preescolares, este tiempo me ha dado la oportunidad de observar como va en aumento el fenómeno de los padres anónimos.

Los padres anónimos son aquellos que nadie conoce, pues envían a sus hijos en una guagua al colegio, generalmente estos niños participan tanto de los programas matutinos y vespertinos del centro educativo, conozco casos en los que luego de salir del mismo, el transporte escolar deposita a la criatura en una sala de tarea o de cuidado infantil. Estos padres suelen brillar por su ausencia en las reuniones de padres y amigos del colegio y su comunicación más cercana con la maestra o maestro, si es que existe, es vía telefónica.

Son niños que apenas pasan una o dos horas, de vigilia, al día junto a sus padres. Niños que están siendo criados por un montón de extraños, que no tienen con ellos, ningún proyecto a largo plazo. Ciertamente reconozco que la mayoría de estos padres y madres se esfuerzan, para, por medio de su trabajo, proveerles a sus hijos cuanto sea necesario, económicamente, y que lo que los mantiene alejados es precisamente las ocupaciones laborales. Sin embargo deberíamos preguntarnos ¿Qué nueva generación estamos levantando?