Mientras los medios -vía tele, web, en físico o a través de las ondas hertzianas- estarán informándonos durante todo el día de hoy de la controversia, que como disco rayado y cansón se nos presenta a los ciudadanos todos los años sobre el máximo galardón al arte y espectáculo criollo (Premios Casandra 2008), la blogósfera local se adelantó publicandose la larga lista de nominados. Las reacciones no se hicieron esperar: ahora están más frenéticas que nunca.
Sobre el punto de la rapidez que internet tiene como ventaja podría ser bien discutido en otra ocasión, ahora enfoquémonos en el premio. El debate ha estado imparable en las últimas horas del lado del público y de algunos comunicadores, especialmente por la no inclusión de géneros como el hip hop local. Del merengue de calle, ni hablar. Ya hay quienes repudian la existencia de los cronistas de arte. El Lápiz ha soltado fuego a los periodistas. No hay dudas de que esto pone a Acroarte entre la espada y la pared, otra vez.
El problema, desde mi punto de vista, no se soluciona maldiciendo la acción de los cronistas hasta decir «barriga verde» a este evento, dedicado a una de las celebridades dominicanas más importantes de la historia artística nacional como es Casandra Damirón. Aquí algunas sugerencias:
Acroarte necesita una reingenería, eso lo sabemos todos. ¿Pero dónde vamos a encontrar expertos que puedan discernir mejor sobre cuál exponente de rock dominicanos es el mejor actualmente, por poner un ejemplo? Esto es lo que sucede tras bastidores, falta de comunicadores especializados, lo cual causa el actual desorden que vemos: ¿qué hace un periodista especializado en danza clásica, criticando si Eddy Herrera fue el mejor merenguero del año? Eso es lo que quiero plantear. Y el no reconocimiento del hip hop y el merengue de calle, ha sido la mejor muestra de incoherencia.
Pero también tienen que poner su parte los artistas. La actitud de varios repudiando el evento no es el mejor ejemplo de respeto a este galardón. Un infantil comportamiento que ha sido constante y no deja de serlo en esta edición. ¿Han visto algunos de ustedes, un artista quejarse por no ser incluído en las nominaciones de los MTV o en los Grammys? La «quejitis casandrae» parece ser un mal único en nuestro país. Aunque en el caso del gusto popular, reitero lo dicho en el párrafo anterior.
Queda dicho que esta nueva edición de los Casandra, debe dejar muchas enseñanzas, entre todos los sectores que allí son protagonistas. Todos necesitan sentarse y buscar consenso. Específicamente en respecto a seguir más el gusto popular y a buscar nuevos comunicadores ¡especializados! en cada renglón (sea comunicacional, musical, clásico o cinematográfico) que el premio abarca. Ya el público está cansado y harto de tanto show. ¿Es que no se dan cuenta?
Excelentes sugerencias. Si no se toman medidas rapidas, eficientes y concensuadas por todos los sectores, los premios terminaran perdiendo el prestigio y confiabilidad que le queda.
Otro punto dentro de los premios en el que se debe tomar mas en cuenta la intervencion del publico, es en la entrega del Soberano. Desde que sigo los casandras las inconformidades con las entregas de este son eternas, los personajes premiados en el momento no son los que el publico seguidor de los premios ( El pueblo dominicano) quiere.
Ray, gracias a tu aporte. Igual me faltaba ese otro punto tan discutido. El pueblo también quiere participación en la selección de su artista, comunicador o evento favorito. Por eso es que se tiene un «aura» elitista, la cual no existe.
[…] el merenguero popular no se encuentra dentro de los renglones establecidos por Acroarte, por razones más que lógicas… sorpresivamente fue nominado en una premiación internacional. “El Congo de Oro” […]