No quiero decir las que estén no sean buenas. Aquí hay buenísimas. A mí me gusta la de Sergio Vargas, la de Juan Luis Guerra, ni hablar, y también Rubby Pérez, pero hacen falta más orquestas como las de ellos para contrarrestar la otra corriente (el merengue de calle).
— Rafael Labasta, veterano trompetista.
Criticando que deben existir orquestas
de merengue con calidad.