Ojalá que no haya debate

Ayer estuve almorzando con Joan Guerrero, colaborador de este metroblog. Mientras analizamos los próximos movimientos de Duarte101 ―vienen muchas cosas nuevas para las próximas semanas― le pregunté que si realmente él creía que era posible un debate electoral. Me contestó que le gustaría pensar que sí. Yo, por otro lado, pienso que ni habrá debate ni le conviene al país que tal cosa suceda. Partiendo de la baja credibilidad que rodea las candidaturas locales (compuestas por los candidatos per se y sus cortes), la cual es tristemente baja, por mucho que ofrezcan los participantes será sólo un grito al vacío.

Siendo así, para que el debate se de bueno, para que llene las expectativas de la gente, su fuerte no estaría en las ideas, sino en las ofensas, desacreditaciones y cuestiones superficiales. En suma: mucho ruido y poca música. Al igual que Joan, yo pienso que al país le convendría mucho un buen debate, pero si lo que nos espera es una gallera más, mejor que siga gritando cada cual por su lado y haciendo sus promesas de campaña desde la caravana, las cuales siempre tendrán compradores dispuestos.