En la imagen: Barack Obama en la madrugada de ayer mientras emitía su discurso de victoria. ©Yahoo/Reuters
Ayer, no sólo los ciudadanos estadounidenses tenían la mirada fija en quién sería su próximo presidente #44, que fue Barack Obama, consagrado ganador justo a la medianoche. Era el mundo entero —y los dominicanos también— pendiente de lo que iba a suceder y, de nuevo, muchos aseguran una nueva etapa en el orden mundial desde ahora en adelante.
Obama, un jóven hawaiiano —y de descendencia de inmigrantes— representa la síntesis del órden en que se fundó esa nación, a base de inmigrantes. No sin embargo, durante todo el trayecto de la campaña, tenía grandes obstáculos como el racial, sin importar que este fuese superado de manera parcial en todos los niveles hace unas décadas atrás.
Pero retos más grandes son los que tiene este demócrata a partir de hoy, donde la voz de su pueblo decidió a su favor en gran mayoría. Una economía desgarrada, una guerra donde muchos la declaran perdida y sin objetivos y unas relaciones con naciones que ha de restaurar son algunas de la tareas primeras. También el tema migratorio y el latino, que son de preocupación para regiones como la nuestra.
Como muchos mencionan, este será el comienzo de, quizás, una nueva forma de hacer política en Estados Unidos y en el mundo. ¿Habrá esperanza? ¿Será un cambio no sólo en la vida de los estadounidenses, sino de los ciudadanos del mundo? Al parecer, el poder de muchas manos, todo lo puede.