Matías Ramón Mella Martes 27 de febrero, 10:50 pm, Puerta de la Misericordia. Los militares haitianos están alerta de los planes revolucionarios y merodean la zona. Van llegando uno a uno los patriotas, algunos temerosos por la inesperada operación militar, no saben si perderán sus vidas esa misma noche. Otros llegaron dispuestos a perderla a cambio de libertad. Pasan los minutos y no todos han llegado, al parecer el temor les hizo faltar a la cita heróica. Ante esta situación, uno de los presentes en el histórico bastión, tras comprobar que no se hallaban allí todos sus compañeros de lucha, sugirió la posibilidad de que se pospusieran los planes para cuando hubieran circunstancias favorables. Ante tal sugerencia se esuchó un No rotundo de labios de Ramón Mella quien afirmó que ya no era posible retroceder y al tiempo exclamó ¡Viva la República Dominicana! Disparó al aire el trabuco que portaba, dando así la señal convenida.

El trabucazo de Gloria

José María Serra, fundador de la trinitaria narra las palabras de Mella al comprobar que el número de concurrentes era menor que el esperado: «Comprometida es la situación, dijo Mella, juguemos el todo por el todo, y disparó al aire su trabucazo.» Otra versión citada por Juan Daniel Balcacer en una colección del desaparecido periódico El Siglo es la siguiente: «No, contesta con firmeza una voz robusta y varonil turbando sin precausión alguna el silencio nocturno. Ya no es dado retroceder; cobardes como valientes, todos hemos de ir hasta el fin Viva la República Dominicana!»

Héroe dos veces

Un 25 de febrero, igual que hoy pero 194 años atrás, nació en la ciudad de Santo Domino ese jóven valiente que se atrevió a continuar con el plan a pesar de las circunstancias, Matías Ramón Mella y Castillo. La inteligencia, el caracter intrépido, osado, valiente lo caracterizaron. Aunque no perteneció al grupo de trinitarios fundadores Juan Pablo Duarte vió en él un discípulo de mucho potencial, entusiasta, dinámico, emprendedor. Se caracterizó además por sus habilidades militares, y llegó a ocupar grandes cargos dentro de las Fuerzas Armadas. Este patricio fue héroe dos veces, pues además de luchar por la independencia en 1844, se jugó la vida en la guerra de la restauración en 1963. Fué encarcelado en varias ocasiones al oponerse a régimenes que buscaban volver a la servidumbre del pueblo dominicano. Tanto fue su amor por la patria que días antes de su muerte pidió ser enterrado envuelto en la bandera dominicana, y así se hizo.

6 comentarios

  1. Ciertamente fue un hombre muy valiente, pero hay que destacar que el grito de independencia fue sin un tiro, lo que habia en la puerta del conde era un solo haitiano cuidando la puerta, ellos fueron alli, y pidieron ser libres, yo creo que ha sido el unico caso en la humanidad donde el grito de indepedencia se logra sin sangre, luego casi 20 dias despues fue que lo haitianos recapacitaron y decidieron recuperar el territorio entregado voluntariamente por ellos y gracias aunque a muchos le duela al General Pedro Santana es que hoy somos lo que somos.

Los comentarios están cerrados.