María Isabel Soldevila: ¡A proponer soluciones!

La actual periodista del Listín Diario, detalladamente analiza en su blog personal, la situación laboral en el país y con números de varias entidades como el Banco Central, revela ciertos aspectos de la crisis actual y la fuerza laboral:

No todos ni todas pueden utilizar sus habilidades y conocimientos en la fuerza laboral. El desempleo crece, y en momentos de crisis como los actuales, las tasas de desocupación del Banco Central de 2007 amenazan con aumentar. Ese año, el 15.5 por ciento de las personas que podían trabajar no lo hacía (la mayoría no buscaba trabajo, sólo el 4.3). El Informe de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señalaba que entre 2000 y 2006 se habían perdido 48 mil empleos directos en las zonas francas. El conteo no se detiene.

Estamos en momentos que se necesita acciones más que urgentes para que el índice de desempleo no aumente más, al menos durante el resto de este año. ¿Dónde están aquellos expertos que pueden ayudarnos para la elaboración de un plan para ello? ¿Por qué el Gobierno, entidad que supuestamente tenemos confianza, este oídos sordos ante la situación?

2 comentarios

  1. Hasta que no hayan pautas y polizas gubernamentales y privadas para la transparencia laboral no habra soluciones… Por lo menos no del pueblo… Oh, y esos expertos que buscas estan ganando mucho dinero en los U.S.A. colaborando con un sistema que si los toman en cuenta y un pueblo que exige.

  2. Es sumamente necesario que el estado invierta en la educación del pueblo, en la implementación de programas de entrenamiento que suplan las compañias de las demandas de personal capacitados en el área laboral requerido.
    Es importante que se cree una politica de retorno al campo a producir alimentos; si hacemos un recorrido por el cibao podemos ver como los campos están poblados por ciudadanos haitianos, en cultivo del arroz y en el área ganadera.
    Pero si vamos a la capital, la construcción es domininada por obreros haitianos; quiero decir que además de la poca capacidad laboral del obrero dominicano, a este le acompaña un déjo de vagancia y conformismo.
    En dias pasados escuché decir a un comentarista de TV, que el hombre del campo quiere venir a la capital a: Manejar un motoconcho o tocar guíra en un grupo de bachata, o en su defecto a freir yaniqueque en boca chica. A veces pienso que es verdad.
    Pero en todo esto el estado tiene su gran cuota de responsabilidad, no le pone atención al obrero, no invierte en la niñez, todavía los programas de protección a la mujer son deficientes.
    No importa cuantas cifras publiquen los organismos encargados, la realidad laboral es terriblemente mala.

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