Mangos bajitos

Foto: No bien arranca la primavera cuando ya empieza la cosecha de mangos en Baní, así que si usted viene del sur y tiene que pasar por Baní, haga un huequito en el baúl de su carro para que cargue con sendas fundas llenas, y si usted está en la Capital, cójalo de pretexto para que inaugure el nuevo tramo de carretera San Cristóbal-Baní, de doble vía, con lo que usted llega en un santiamén y vaya a comprar sus manguitos mayeyitos, tetera, gota de oro, no se asusten si entre las más de 70 variedades que se venden en todo el país se encuentran con nombres difícil de pronunciar como «(piiiiiiiiiiiiiiii) de toro». Esta fruta se la agradecemos a la India y los viajes de Cristóbal Colón que la trajeron por estas latitudes, así que aunque ustedes la vean en cualquier patio, sepan que se trata de un fruta muy exótica con la que se han matado el hambre muchos profesionales que ostentan buenas posiciones en la sociedad. A comer mango se ha dicho, en una ponchera de agua y un cuchillito al lado, porque lo cierto es que de que dan seguidilla, dan seguidilla, pregúntenmelo a mí que me doy mis viajes a Cañafistol, Baní.