Nuestros diputados me tienen sorprendido, cada vez que uno de ellos habla ―cosa que hacen constantemente, pues así se ganan la vida―, no sé si la reacción apropiada de un ciudadano de a pie, como yo, debería ser llorar o reir. En esta ocasión es el reformista Mario José Fernández Saviñón, que en un arranque de sinceridad, confesó al periódico Hoy que muchos de sus compañeros están, literalmente, pasando hambre (léase, con la barriga pegá), pues los RD$50 mil que reciben del Fondo Social ―aparte de su abultado sueldo, dietas y múltiples beneficios― son cosas mínimas, que eso no rinde.
Compare usted: el sueldo mínimo en República Dominicana es de RD$6 mil mensuales y un señor de estos puede recibir hasta RD$300 mil. Ellos están pasando hambre y el pueblo dice: ¿Y yo?
Fuente: Periódico Hoy (edición impresa).
No nos estara haciendo falta algo similar a la revolucion francesa?