Hace unos días, tuve la oportunidad de ver la presentación del libro de Alinaluz Santiago, una escritora puertorriqueña que se arriesga a abordar un tema complejo como es el Bolero, desde un punto de vista diferente, al cual muchos conocemos a modo mediático. «La Poética del Bolero en Cuba y Puerto Rico» es el título que lleva esta obra, que abarca no sólo al género musical como tal, sino desde el punto de vista literario gracias a las líricas que interpretan artistas no sólo del Caribe, sino de muchos rincones del mundo. Alexéi Tellerías —más activo que yo en plena Feria del Libro— estuvo moderando el conversatorio y les dejo un video con palabras breves de la propia autora:
Video: Alinaluz Santiago en la Feria del Libro, presentando su última obra, sobre la poética del Bolero en Cuba y Puerto Rico.
Interesante. Me perdonan, pero eso de que el bolero pueda o no ser parte del Proceso de la Nación me parece muy falible. Más desafortunado me parece la sugerencia latente de que el bolero de alguna u otra manera misteriosa contenga un devenir Nacional latente. Al contrario, puede que esa poética sea lo que siempre es y ha sido lo fugaz de lo que se quiere encerrar en lo Nacional muy a pesar de esa poética, de su proceso. ¿Quiénes reclaman, y cuándo, eso de lo Nacional? Lo otro es el subtexto de Lola Rodríguez de Tió, de las dos alas del mismo pájaro. Esas aves han muerto hace rato.
Ese no es el problema, pues los cubanos andan intentando hacerse de alguna noción de lo que son en la crisis sostenida de la revolución que se vive desde hace algún tiempo (al menos, desde el derrumbe de la URSS), y en Puerto Rico los que siguen intentando reanimar los fantasmas Nacionalistas no tienen capacidad de convocatoria, pues la gente anda en otros lugares (aunque se les acuse del pecado de la falta de Conciencia, pero eso es viejo tema Nacionalista, de los que sostienen el monopolio de la Conciencia). Lo primero tiende a reprimir lo posible alternativo, y lo segundo rehusa ver lo posible alentador.
La noción del bolero como devenir latente de alguna especie de Sustancia de lo Nacional es proyecto fallido Constitutivo, ganas de Estado (¿para qué, para quién?). Lo otro y lo contrario es la serie infinita de flujos que siguen en sus procesos constituyentes posibles, pero que se resisten a la consolidación de Partido, de Estado.
Si hay apertura viable de lo distinto, está ya en los flujos constituyentes (inciertos) que no se dejan atrapar en las memorias creadas a la medida de los proyectos Nacionales (eso es simulacro). El problema es que se quiere encuadrar esas posibilidades como lectura sensata, y los que intentan encuadrar esas lecturas son los que usan lo Nacional como macana (y lo Nacional tiene muchas variaciones posibles). Se impone orden del discurso, y eso es represivo.
Pero como no soy experto, me callo y me voy. La historia me disolverá …
Pienso en Deleuze y Julia de Burgos … devenires marginales y persistentes, a pesar de los intentos tan fuertes de las recuperaciones que activaron y que los siguen persiguiendo. ¿Qué pasó con la idea germinal de Julia como devenir rebelde, que ha llegado al bolero como bandera de vanguardia sumisa de lo Nacional? Algo conozco de esta genealogía de los poderes y las resistencias fallidas … Qué lástima. Pudo haber sido otra cosa. Tal vez puede serlo todavía. Quién sabe. Cosas veredes que no crederes. No importa. La vida, lo vital, sigue en sus devenires azarosos, pues no pide permisos. Ya veremos, dijo el ciego.
Pero como no soy experto, me callo y me voy (no me voy a mi esquina, pues no hay tal cosa como esquinas en el universo, sino que cabalgo lo que creo es mi flujo, a donde pueda llegar).
La historia me disolverá …
¿Nadie quiere entrarle al asunto? Triste …