La niña grande

Está mañana recibí una paciente de 13 años. No suelo atender menores sin compañía de un adulto, a menos que se trate de una emergencia. Justo cuando estaba a punto de pedirle que volviera acompañada de algún familiar, me ondeó una prueba de embarazo sobre el rostro, que por suerte, era negativa.

No me pude resistir a preguntarle que le impulsó a tener un «marido» a una edad en que yo aun jugaba muñeca, su respuesta: «el quería conmigo y yo le dije que si quería me llevara». Un dato curioso es que el actual no es el primer «marido» de la pequeña.

«Cariño —le dije— tienes una infección» pensando por su condición que ya era grande.

«Tendré que indicarte óvulos»— le dije mientras le mostraba la receta.

«Doctora, —preguntó volviendo a ser niña— «¿qué son óvulos?»

10 comentarios

  1. Esa es la triste realidad de hoy en dia.
    Las niñas no tienen tiempo de vivir sus etapas.

  2. Es muy doloroso ese ejemplo. Tengo un amigo al que su hija se «junto» con un carajito de 16 años que aun depende de sus padres. La hija de mi amigo tiene 15 y ya tuvieron su primer bebe.

    En este caso no culpo a mi amigo, pero si al barrio donde vive, el ambiente en el que se desarrollo, a los vende-drogas que muestran sus riquezas llenando los ojos de aquellos que no han logrado «realizarse».

    Otra de las razones y creo que la mas importante (siempre lo he dicho) es lo que dice @kiko morales, ya que esos niños se vuelven presa de su ignorancia creyendose hombres y mujeres.

  3. Es que penoso que tengamos que ver cosas como estas todos los días y si bien es cierto que la sociedad influye en la formación de nuestros hijos, también tenemos que ver si los padres están haciendo lo necesario para protegerlos.

    El hecho de que vivas en un barrio donde la delincuencia esta a la orden del día, no justifica que tu hijo tenga que arrastrar con tales cosas, además cosas como esas pasan en todas las esferas.

    Estoy de acuerdo en que las instituciones, el gobierno y todo el que quiera ayudar ayude, pero es responsabilidad de los padres velar por el bien de sus hijos.

    Hay que dejar de estar echándole la culpa a todo y a todos y comenzar a ver las cosas exactamente como son.

  4. Yo se que hasta regalan a las hijas a algun hombre que pueda darle ropa y comida.

  5. Esa es una tremenda y triste realidad. Cuando mi padre trabajaba en el sector publico (y a veces en su consulta privada) relataba lo triste de esas situaciones.

    Niñas que aun no sabian Algebra basica, tenian que aprender el «oficio de la Maternidad».

    Lo peor, es que padres no se preocupan para educar a sus hijas, que tengan conciencia y conocimiento,asi como la capacidad para desarrollar las herramientas para enfrentar tremendo paso.

    Ni los padres, ni el Estado como tal.

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