En estos días la escoba de los retiros ha pasado con fuerza por las filas de la Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Treinta y un generales, así como unos 700 policías fuera de estas instituciones. Todo a raíz de los recientes hechos delictivos en los que, como desde hace algún tiempo, han estado involucrados militares y agentes policiales.
Esta acción podría interpretarse como una respuesta, pero la cuestión radica en que tanto alcance tiene esta acción para contrarrestar la corrupción que, y es bastante obvio, existe en los cuerpos militares y policiales del país. Por ahora, y lo veo así, los retiros son una especie de «paño tibio» con el que se pretende tranquilizar el tema en la opinión pública. Es asumir que la fiebre está en la sábana.
Sin una acción posterior de investigación a los oficiales señalados como parte de redes delictivas o involucrados en hecho reñidos con la ley, esta medida quedará como un simple espectáculo que será montado nuevamente cuando otro caso salga a la luz pública.
Paya y Parmalat son los recientes, pero con anterioridad casos como los de Vimenca provocaron la misma ola sin resultados concretos. A esto habría que agregar los robos menos escandalosos de bandas lideradas o integradas por policías y militares.
Las soluciones son necesarias y estas no se encuentran con el simple retiro. ¿Hipertrofia de las fuerzas militares y policiales? ¿Un país como el nuestro con más de 31 generales activos? ¿Y los salarios? ¿Puede un policía sobrevivir con 5 mil pesos mensuales? ¿No empujan los bajos salarios a buscársela «por la izquierda» en acciones delictivas?
Respuestas pendientes que no se encuentran en las sábanas.
«La cuestión radica en qué tanto alcance tiene esta acción para contrarrestar la corrupción» http://tinyurl.com/ct23jy
«La cuestión radica en qué tanto alcance tiene esta acción para contrarrestar la corrupción» http://tinyurl.com/ct23jy