Erase una vez, por allá a mediados de los años 90s, un aparatito moderno y comunicativo, capaz de localizar a todos con tan solo una llamada. Mucho antes del boom de los celulares, se vivió en nuestro país toda una manía y sensación con los Beepers. Conocidos como Pagers o localizadores, los beepers encontraron en nosotros un mercado de ilimitadas variables, llegamos a tener los numéricos, alfa numéricos, en forma tradicional, los parecidos a un lapicero y habían unos inolvidables servicios que te informaban la cartelera del cine. Los beepers más que una práctica solución tecnológica, como todo también fue considerado como una moda y hasta un lujo, todos quienes tenían uno hacían lo posible por figurearlo enganchándoselos en la cintura del pantalón o en la cartera ―en el caso femenino―. Vivimos toda una locura con esos escandalosos y vibrantes aparatitos que nos hacían devolver la llamada para responder alguna llamada.
La beepermanía
Desde 1995 hasta 1999 el beeper reinó en nuestro país, al principio como cualquier novedad, solo lo tenían los pudientes, los profesionales y las personas de cierta estabilidad económica. Después del tiempo y gracias a nuevos planes por parte de las telefónicas nacionales más personas tuvieron la oportunidad de engancharse un beeper y presumirlo en todas partes. Provocaron un frenesí en la juventud, lógico, los jóvenes siempre tienen más chismes y llamadas que hacer, además seamos sinceros por esa época no había Internet ni celulares, ni SMS es decir el beeper era el único icono de la moda y un aparato que te conectaba a toda una experiencia comunicativa. Un concepto simple: alguien llamaba a tu buzón, y marcabas tu número, ese mensaje le llegaba al pequeño aparatito de tu amigo colgado en su pantalón. Básicamente esa era la idea del beeper, un localizador, quien lo tenía simplemente devolvía la llamada y se comunicaba con el interesado.
Llámame 911
Existían beepers numéricos, los que solo aceptaban recibir mensajes de números telefónicos, estaban también los alfanuméricos. Estos últimos eran toda una chulería dictándole lo que querías a un operador podías enviarle un mensaje escrito, a quien tenía este tipo de dispositivo, los mensajes alfanuméricos tenían un límite de caracteres. El beeper fue de los primeros aparatos que nos dio la sensación de vibración, aunque al igual que cualquier celular tenía sus tonos de alarma, un tanto primitivo pero era lo que había. Este aparato simbolizaba status, la gente lo mostraba mucho, incluso se le enganchaba una diminuta cadena dorada que le aportaba mas lujo a su apariencia. Todos nos acostumbramos a mandar beepers, lo hacíamos para todo y por todo, quizás el reto para quien tenía uno era encontrar un teléfono residencial cerca para devolver el mensaje, y mucho más cuando el mensaje era un 911.
Siempre localizado
Los Beepers eran de diferentes tamaños, diseños y colores, recuerdo que había unos enormes, mucha gente se burlaba de ellos, yo tenía uno transparente medio rojizo. Digo que tenia uno, pero en realidad nunca tuve, para ser sincero era de mi mama, pero para echar vainas me lo ponía para ir al colegio. Ya después del auge de los celulares, el beeper fue ganando terreno, aunque siempre ha sido un dispositivo muy utilizado por algunas profesionales, como los médicos. Rápidamente le dimos paso a la generación de tener nuestro propio móvil, el cual nos ofrecía cientos de opciones que el beeper nunca nos iba a proveer, como hablar con alguien por ejemplo. Aunque ya son toda una especie en extinción, todavía el nombre y el concepto siguen vivos, ya que cuando alguien nos da un solo timbrazo al cel. para que le devolvamos la llamada, estamos recibiendo un beeper. Con este aparato estábamos más localizados y éramos totalmente ubicables, ya hace mucho de su época, pero realmente marcaron una honda huella unto a grandes recuerdos en todos nosotros.
La era de los Beepers ― http://cot.ag/cY0OZE ^RF
La era de los Beepers ― http://cot.ag/cY0OZE ^RF
Definitivamente, tus articulos sobre la dominicanidad actual son muy buenos, no estaria demas ver una compilacion de los mismos ya sea en un libro o una guia.
me gusto tu articulo esta muy bueno