I Love Zooberto

Mono del Zooberto

Foto: El mejor ángulo del mono. (Es muy fotogénico.)

Siempre he sido un crítico de la cantidad de parques y plazas que tenemos muertos en Santo Domingo. Se invierte un dineral en obras que el ciudadano nunca usará. También critiqué en su momento el Zooberto por considerarlo feo y desproporcionado, algo que fue un grito público y demostró la sensibilidad estética de los capitaleños, algo muy positivo. Sin embargo, el tiempo le ha dado la razón al parque: paso por allí varias veces por semana y siempre lo veo lleno de gente: jóvenes, familias y hasta niños, que eran mi principal preocupación por el peligro de las avenidas circundantes. Aún no me gusta el mono, pero al parecer su desproporción ha sido su principal atractivo y los bombillitos de navidad le cayeron como anillo al dedo. Es más, propongo que lo dejen encendido los 365 días del año. Así como la fealdad de Los Hermanos Rosario, cuando se combinó con un ritmo pegajoso les favoreció —haciéndolos más pintorescos y memorables—, quizás el monigote, si la gente sigue usando el parque como espacio recreativo, de aquí a un tiempo se convierta en estrella. Lo veré en una camiseta.

2 comentarios

Los comentarios están cerrados.